(Por Lisandro Fariñas Acosta / Granma)
Hace hoy justo un mes que la tierra de Nepal se estremeció, cuando la escala de Richter marcó un terremoto de 7,8 grados; y el 25 de abril del 2015 pasaría a ser en la historia del país un día devastador.
A ciudades en ruinas se suma la lista de las víctimas, que ascienden a más de 8 600, y la inseguridad esculpida en los rostros. Porque podría decirse que en Nepal no ha parado de temblar, por las sucesivas e intensas réplicas que se registraron después del primer sismo, que dejó a la tierra del Everest un antes y un después, y la urgencia de la ayuda internacional.
En la noche del 12 de mayo, el mismo día que un segundo terremoto sacudiera esa nación, la brigada número 41 del Contingente Internacional Especializado en el Enfrentamiento a Desastres y Grandes Epidemias Henry Reeve —integrada por 49 colaboradores, de ellos 25 médicos de diversas especialidades— llegaba a Katmandú, capital de Nepal.
“El paisaje es desolador, dantesco diría yo; este país no necesitaba que la naturaleza se ensañara de esta manera. Los que lograron salvar la vida en las aéreas afectadas lo han perdido casi todo, incluyendo sus seres más queridos”, comenta a Granma vía electrónica el doctor Luis Orlando Oliveros Serrano, jefe de la brigada médica cubana en ese país.
Al día siguiente de tocar suelo nepalí, los profesionales de la salud cubanos se desplazaron hacia el área que ocupa el Centro Nacional de Investigaciones de Medicina Ayurdeva (tradicional), asignada por el Ministerio de Salud y la Organización Mundial de la Salud, previa coordinación con la avanzada del Ministerio de Relaciones Exteriores que preparó su llegada a Katmandú.
“Este centro tiene adjunto un hospital con capacidad para 20 camas y excelentes instalaciones antisísmicas en las que hemos colocado todo el equipamiento que trajimos desde Cuba. Desde el día 18 estamos ofreciendo todos los servicios con que cuenta la brigada: salón de operaciones, sala de terapia intensiva, rayos x, ultrasonido, laboratorio, esterilización, farmacia, rehabilitación y consultas externas”, explicó el doctor Oliveros.
Además, dijo, la brigada está ofreciendo servicios de atención primaria a través del envío al terreno de equipos conformados por médicos generales integrales y otros especialistas, que han atendido a más de 1 000 pacientes en seis intervenciones comunitarias, en zonas duramente afectadas de los distritos de Katmandú capital, Lalitpur y Bhaktapur.
La historia de Daula Dalma, una joven de 14 años que sufrió una fractura de tibia y peroné tras el sismo del 25 de abril, confirma cuánta esperanza han traído a Nepal los médicos cubanos.
Daula no recibió una atención adecuada y fue enviada a un campo de desplazados en Katmandú, donde la localizó un equipo de médicos cubanos que estaban realizando justamente una intervención comunitaria.
Una hora después era trasladada en un auto de la propia brigada médica hacia el hospital instalado en Kirtipur, donde fue operada con éxito. “La intervención a tiempo de los médicos cubanos la ha salvado de la invalidez y de un futuro más que incierto. En tres semanas será nuevamente operada de una malformación congénita en uno de sus pies”, trasciende en las redes sociales.
Los días en Nepal son además —apunta el doctor Oliveros— un proceso de aprendizaje y confraternización mutua. “Hemos contado con el apoyo de varios médicos y paramédicos nepalíes que han servido como intérpretes y facilitadores para la labor de nuestros médicos. Desde nuestra llegada hemos estado en comunicación y coordinación constante con las autoridades nepalíes de los Ministerios de Salud y Asuntos Exteriores, con el Sistema de Naciones Unidas radicado en Nepal, la OMS, la Organización Internacional para las Migraciones y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Además, con un sinfín de ONGs internacionales, como Médicos sin Fronteras, Hope Project, Médicos del mundo, Handicap international, entre otras”.
¿Cómo están nuestros médicos?, preguntamos al jefe de la Brigada. “Estamos viviendo en tiendas de campaña al fondo de la instalación donde trabajamos, con todas las condiciones de seguridad requeridas. Desde el mismo día que arribamos se activó la cocina con el cocinero que forma parte de la brigada, por lo que la alimentación no ha sido un problema. El estado anímico de los compañeros es muy alto, lo mismo que su disposición a asumir cualquier tarea que se les asigne”.
“Han existido réplicas, perceptibles, pero tomamos todas las medidas para evitar cualquier accidente. Trabajamos con el principio de asumir riesgos imprescindibles, no riesgos innecesarios”, dijo.
Solidaridad por partida doble
El distrito de Bhaktapur fue uno de los más afectados por el sismo que devastó este país el pasado 25 de abril.
Hasta allí llegaron este domingo, en respuesta a una invitación del comité de solidaridad con Cuba, 28 colaboradores de la brigada médica cubana en Nepal, informó a Granma Zéner Javier Caro González, miembro de la brigada y enviado especial del Minrex.
En las ruinas de la plaza Taudmahi, la misma en la que los miembros del comité de solidaridad organizaron numerosas actividades para reclamar la liberación de nuestros cinco héroes y se reúnen en ocasión de las fechas patrias más significativas de nuestro país, los galenos participaron en un breve acto de solidaridad con Cuba.
Al hacer uso de la palabra, el doctor Oliveros, jefe de la brigada, reafirmó el compromiso de la Revolución Cubana y en particular, de los médicos de la brigada, con el pueblo nepalí y con sus esfuerzos por reconstruir el país después del sismo.
Caro González informó a este rotativo que luego de finalizado el acto, y tras un breve recorrido por las zonas más afectadas en los cantones orientales del distrito, nuestros colaboradores iniciaron una intervención comunitaria en el centro comunal de salud de Bhaktapur, donde se instaló el Campo Solidario de Salud, una facilidad temporal en carpas, en las que se ofrecieron servicios de atención de medicina general, ortopedia, psiquiatría, fisioterapia, rehabilitación, ginecología, pediatría y enfermería, y consultas de cirugía y neurocirugía. “Nuestros especialistas fueron auxiliados por más de una docena de voluntarios nepalíes, quienes hicieron las veces de traductores y facilitadores de su trabajo. La integración con este personal fue total”, dijo.
En casi cinco horas de trabajo se atendieron a 512 pacientes, el mayor número atendido por la brigada en un solo día de trabajo hasta la fecha. Con anterioridad, equipos móviles de la brigada habían desplegado acciones similares en las villas de Bungmati, Khokanat, Bhatkepati, Gol Dhunga, Machhe Gau, Patan, Mata Tirtha y Kamalbinayak.
Con los pacientes consultados este domingo en Bhaktapur, se superó la cifra de 2 000 nepalíes atendidos por nuestros médicos desde el inicio de las operaciones de la brigada en Nepal el pasado día 15.
“El presidente del comité de solidaridad con Cuba, Surendra Raj Gosai, acompañó todo el tiempo a nuestros médicos, al igual que la mayor parte de los miembros de dicho comité. Su presidente honorario, Narayan Man Bijukchee (Rohit), realizó una breve visita al campo, donde destacó la oportunidad que la presencia de la brigada médica supone para el fortalecimiento de la solidaridad entre nuestros dos países”, subrayó Caro González.
“Tras esta primera experiencia, el Campo Solidario de Salud en Bhaktapur se organizará con una frecuencia semanal, cada sábado”, agregó.
La tragedia camina hoy por Nepal después de que la tierra temblara tan fuerte. Pero también camina la esperanza, que a ratos viste de blanco. Nos lo confirma el doctor Oliveros cuando dice, “todos los días se reciben muestras de gratitud de una manera muy humilde, como el propio comportamiento de nuestra brigada”.
Fuente: Granma / Fotos: Cortesía Brigada médica cubana en Nepal
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