El jefe de Estado calificó el ejemplo de vida y obra de monseñor Romero como una invitación a cambiar el modelo de una sociedad históricamente marcada por la injusticia y desigualdad. Además de destacar el enorme legado del arzobispo mártir beatificado este día.
A través de sus cuentas en redes sociales el mandatario manifestó que el pueblo salvadoreño abre así sus corazones a la fe para seguir marchando por el camino que inicio el obispo mártir; además de recalcar que «El legado de Monseñor Romero por la verdad, la paz y la dignidad ilumina nuestros pueblos».
Con júbilo el mandatario expresó: «Lo que parecía imposible se hizo posible, Monseñor Romero mártir por amor a los pobres, bendición para El Salvador y el Mundo», afirmó el presidente.
El mandatario participa de los actos de beatificación junto a la primera dama Margarita Villalta de Sánchez y los miembros de su gabinete de Estado, además de las distintas delegaciones diplomáticas y jefes de Estado que han asistido a la beatificación que ha sido presidida por el cardenal Ángelo Amato, delegado del papa Francisco.
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