El gobierno cubano no le impone sanciones al norteamericano, ni ha hecho labor de subversión ideológica ni subvencionado a su oposición interna.
Profesionales e intelectuales cubanos compartieron este lunes con el académico francés Salim Lamrani acerca de la manipulación que sufre en medios de prensa mundiales el proceso para el restablecimiento de las relaciones entre EE.UU. y Cuba y la imagen negativa que ofrecen sobre la nación antillana.
La primera distorsión es que presentan al diferendo entre los dos países como un conflicto bilateral, cuando en realidad es asimétrico –afirmó Lamrani-, porque el gobierno cubano no le impone sanciones al norteamericano, ni ha hecho labor de subversión ideológica ni subvencionado a su oposición interna.
El investigador calificó de muy positivas las declaraciones de Obama respecto a su intención de normalizar las relaciones, pero aclaró que los medios han enfatizado demasiado en su buena voluntad, sin explicar que también hay otras medidas que podría tomar el presidente para vaciar de contenido el bloqueo y que, sin embargo, no ha implementado.
Por suerte, las transnacionales de la información se han desacreditado –acotó-, en parte por eso cada vez más personas visitan Cuba, porque dudan si será real esa imagen que les venden de una nación donde solo hay problemas económicos: casi siempre la idea que les han transmitido ni se compara con la hermosa experiencia de venir aquí.
La retórica diplomática de las potencias occidentales reitera que Cuba debe abrirse al mundo, pero nadie menciona que el mundo debe abrirse a Cuba –subrayó-, que en realidad, siempre ha estado dispuesta a relacionarse con cualquiera, solo pide que respeten su soberanía y su derecho a buscar su propio camino.
Salim Lamrani se doctoró en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos en la Universidad de La Sorbona y se ha especializado en el diferendo Cuba-EE.UU, tema acerca del cual ha escrito una decena de libros.
Fuente: Escambray
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