El encuentro, efectuado a la par de la II Cumbre Celac-UE, contó en la clausura con las alocuciones del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, del primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y del vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza
(Por Granma)
BRUSELAS.—La determinación de los latinoamericanos, caribeños y europeos de luchar por la construcción de un mundo mejor resultó este jueves unánime en la Cumbre de los Pueblos que tuvo lugar en la capital belga.
Más de 1 500 delegados representando a 341 organizaciones y movimientos sociales, provenientes de 43 naciones, participaron en un evento de conmovedora efervescencia revolucionaria y manifestaciones de solidaridad hacia causas de gran nobleza, reportó PL.
Seguiremos luchando, oponiéndonos a todas las formas de discriminación, opresión, explotación, racismo, exclusión, injusticia social, al neoliberalismo y a las guerras imperialistas. Lucharemos por la igualdad, la democracia participativa y la justicia social, según la declaración final del evento, fruto de las conferencias y mesas de trabajo.
Manifestamos la necesidad imperiosa de construir una sociedad nueva con la solidaridad como principio fundamental para el desarrollo integral y soberano de nuestros pueblos, subrayaron.
En el documento quedó plasmado el apoyo a los mecanismos de integración que priorizan y refuerzan la autodeterminación y la soberanía, tales como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Los mismos han fortalecido la unidad de la región y pueden ser una inspiración para una integración europea de nuevo tipo que enfatice el desarrollo económico, los derechos sociales y el bienestar, resaltó.
Los asistentes expresaron el respaldo a la proclamación de América Latina y el Caribe como zona de paz y libre de colonialismo. Rechazaron toda intervención injerencista por parte de Estados Unidos contra los gobiernos progresistas del área y exigieron el respeto a su soberanía nacional y autodeterminación.
También expresaron su apoyo incondicional a la Revolución bolivariana y al gobierno encabezado por el presidente Nicolás Maduro y repudiaron la injusta orden ejecutiva emitida por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la que apunta que Venezuela es un peligro para la seguridad norteamericana.
El respaldo al pueblo y la Revolución Cubana quedaron evidenciados en el evento. Los participantes saludaron el regreso a la isla de los cinco antiterroristas y exigieron el levantamiento total e inmediato del bloqueo genocida impuesto por el gobierno estadounidense, así como el cierre inmediato de la base naval de Guantánamo.
Otro aspecto defendido en la cita fue la oposición a la austeridad económica impuesta por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) en toda la Unión Europea (UE), especialmente contra el gobierno y el pueblo de Grecia.
También se condenó la persistente agresión israelí contra el pueblo palestino y se hizo un llamado a un acuerdo climático que tome en cuenta el derecho de todos a tener estándares de vida sustentables y dignos.
El encuentro, efectuado a la par de la II Cumbre Celac-UE, contó en la clausura con las alocuciones del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, del primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y del vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza.
Durante la clausura, el presidente Rafael Correa afirmó que ya es hora de consolidar la Patria Grande. Ya no tenemos tiempo que perder, afirmó y recalcó que la unidad regional es una necesidad de supervivencia.
Juntos podemos lograr muchísimo, remarcó el líder ecuatoriano, quien condenó cualquier forma de injerencia extranjera y de neocolonialismo en el subcontinente, y en ese sentido rechazó la orden ejecutiva emitida contra Venezuela.
En otro orden, también reiteró sus críticas a la Organización de Estados Americanos (OEA), y propuso que ese organismo sea reemplazado por la Celac.
Esa OEA para mí no tiene salvación, afirmó Correa, quien apuntó que esa institución con sede en Washington debe quedar para procesar las diferencias entre los países latinoamericanos y caribeños y norteamérica.
Por su parte, Jorge Arreaza, exhortó a los participantes en la Cumbre de los Pueblos a difundir la verdad sobre su país. El funcionario recordó que el gobierno venezolano es blanco en el presente de una campaña de agresiones, la cual responde a intereses imperialistas representados fundamentalmente en sectores norteamericanos y europeos.
Comentó que es preciso conocer en Europa la realidad de Venezuela y señaló la importancia de la cooperación entre medios alternativos y movimientos sociales para transmitir esa verdad a más personas. La derecha desató contra nuestro país una guerra económica feroz. Esa agresión es constante, pero la arrecian ante la cercanía de un proceso electoral, dijo.
También recrudeció esa guerra porque se propuso acabar con nuestra Revolución en menos de un año después de la muerte del líder bolivariano Hugo Chávez (5 de marzo del 2013), agregó.
Sin embargo, ya llevamos más de dos años sacando adelante el proyecto de Chávez, y sumaremos décadas, prometió el vicepresidente venezolano.
POR LA INTEGRACIÓN Y LA SOBERANÍA
La paz y la soberanía, los tratados de libre comercio e integración fueron algunos de los temas analizados en esta cita que tenía como lema Construyendo alternativas.
En una de las mesas de trabajo, se debatió este jueves sobre la importancia de fortalecer la unidad, la integración y la solidaridad en América Latina y el Caribe. La necesidad de la unión de las fuerzas vivas y progresistas del continente y de ubicar al ser humano en el centro de la sociedad, fueron algunos de los planteamientos más defendidos en dicha mesa.
La edificación de la patria grande es la única puerta de salvación. Las leyes del mercado no pueden prevalecer sobre el bienestar de las poblaciones, expresó Aleida Guevara, hija del revolucionario Ernesto Che Guevara.
El historiador venezolano Juan Romero, se refirió a la necesidad de reforzar la postura antimperialista, la integración política efectiva y las nuevas formas de cooperación Sur-Sur, un objetivo apoyado por mecanismos de integración existentes en el área.
Representantes del Movimiento anticolonial X, surgido en Europa, afirmaron por su parte que no se puede hablar de integración sin hablar de los excluidos. A su juicio se trata de un concepto que tiene que ver con el intercambio a nivel económico, científico y político.
Obey Ament, del Partido Comunista Francés, insistió en la importancia de desarrollar la solidaridad entre Europa y América Latina y el Caribe en ambos sentidos.
La paz, el respeto a la soberanía y un No al intervencionismo caracterizaron las discusiones en otro de los paneles en la cita de los pueblos.
Los participantes en este apartado denunciaron el intervencionismo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), un ente ofensivo que mantiene una cercana relación con Estados Unidos. Su postura belicista y el peligro que representa para los pueblos progresistas fueron rechazados en el encuentro al señalar que se ha convertido en el brazo armado de la UE.
Otro de los tópicos abordados fue la extracción de los recursos naturales y el hecho de que la descolonización tiene que pasar por la devolución de los mismos.
Al respecto, los asistentes hicieron referencia a procesos de nacionalización de esos recursos implementados en algunos países latinoamericanos como Bolivia.
Los intentos intervencionistas de Estados Unidos en América Latina resultaron un punto remarcado en la cita, en la cual se insistió en la necesidad de estar alertas y combatir las posturas injerencistas.
En ese sentido, el escritor colombiano Hernando Calvo advirtió que con lo que suceda en Venezuela se está jugando el continente y los procesos de cambio que tienen lugar en él.
Cristóbal Amar, miembro de organizaciones sociales de Ecuador, subrayó que participan en el evento para respaldar al gobierno de la Revolución Ciudadana y denunciar el daño medioambiental que provocó la empresa petrolera estadounidense Chevron en su país.
Por su parte, Samuel Wanitsch, de la asociación Suiza-Cuba, manifestó que su presencia en la cita es “porque hay que vivir la solidaridad. He aprendido mucho con los países de América Latina y esta es una oportunidad para aprender cómo se lucha contra el monstruo capitalista”, finalizó.
Fuente: Granma
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