(Por Lucía Sanz Araujo / Radio Rebelde)
El gran premio de la presente edición del ya tradicional programa Rutas y Andares, organizado por la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, será de lujo: un recorrido inolvidable por el recientemente inaugurado mariposario situado en la Quinta de los Molinos.
Esta, la primera y única instalación de su tipo en la mayor de las Antillas, propiciará el acercamiento del público al ciclo de vida de una mariposa, al beneficio de estos lepidópteros para los ecosistemas donde se desarrolla, así como a la jardinería tradicional que permite su reproducción.
Por supuesto que en el nuestro pueden verse los huevos, las larvas, las pupas y luego las adultas. Estamos convencidos de que esta experiencia incentivará el cuidado de la naturaleza, señala a Radio Rebelde la joven bióloga Jennifer Martínez, especialista de la Quinta de los Molinos, quien ha estado muy vinculada a la iniciativa desde sus inicios.
Un elemento que llama la atención de los neófitos en el tema es la presencia de las plantas que en un mariposario no constituyen, en modo alguno, un simple acompañante escenográfico, sino que resultan esenciales. Así hallamos las llamadas de néctar. Estas brindan alimento a las mariposas adultas; mientras en las hospederas las mariposas ponen sus huevecillos.
Cada especie cuenta, por lo general con una planta específica para realizar esta función, esto le garantiza la supervivencia a sus larvas porque las plantas pueden tener alguna toxina o sustancia repelente. Por eso, debe seleccionarse la planta hospedera adecuada, de lo contrario esa mariposa no va a poner sus huevos y no se va a reproducir.
Para garantizar las plantas necesarias, tanto para el mariposario como para otras dependencias de la Oficina del Historiador, se cuenta con un laboratorio y un vivero altamente tecnificado.
En esta casa-castillo de mariposas tanto la humedad como la temperatura son altas, en el caso de esta última puede alcanzar 35 o 36 grados Celsius y las plantas y en ellas habitan en la actualidad, según señala Jennifer, seis especies, entre ellas Danaus plexippus, Heliconius charithonius y Ascia monuste; algo bien importante es que está previsto su incremento y en tal sentido los especialistas de la Quinta de los Molinos trabajan para reproducirlas, además comenzarán a investigar el ciclo de especies endémicas y en peligro de extinción.
Entre las curiosidades de este tipo de local están que estos lepidópteros necesitan temperaturas muy elevadas para volar, además las mejores horas para apreciarlas va desde las 10 de la mañana a 1 y 30 de la tarde.
Se ha previsto que desde el mes de septiembre los especialistas de la Quinta de los Molinos desarrollen talleres para que los estudiantes conozcan el ciclo de vida de las mariposas, participen en la alimentación de las larvas, en la recolección y posiblemente a liberar a grupos de ellas al medio ambiente, así como a que interactúen con las primeras polimitas habaneras, un proyecto sumamente interesante y pionero en el país.
Por ahora, las visitas al Mariposario de la Quinta de los Molinos son dirigidas, con previa coordinación.
Fuente: Radio Rebelde
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