Santiago de Cuba, ave fénix tras huracán y cinco siglos

(Por Marta Cabrales* / Prensa Latina)

Santiago de Cuba (PL) Las sorpresas de una ciudad que se transforma vertiginosamente asombran no solo a quienes la visitan alguna que otra vez sino también a los santiagueros, acostumbrados a desandar sus calles y rincones.

El amplio programa inversionista, de construcción y reparaciones de inmuebles, de apertura de nuevos servicios y de actividades culturales por los 500 años de la séptima villa fundada por los españoles en el archipiélago, ha removido para bien la trama urbana con efectos hacia los municipios y poblados cercanos.

Coinciden esos empeños con las tareas de recuperación tras los cuantiosos daños ocasionados por el huracán Sandy, que en la noche del 25 de octubre del 2012 dejó devastada a la urbe, con pérdidas muy sensibles en las viviendas y en las infraestructuras sanitaria, educacional, eléctrica y de comunicaciones.

De esta forma, se ha levantado poco a poco, pero obstinadamente, con la inspiración del cumpleaños, al que se suma la motivación por celebrar un día después, el 26 de julio, los 62 años de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Durante su visita del 23 de julio del 2014, acompañando al mandatario chino Xi Xinping, el presidente Raúl Castro propuso a los santiagueros sumar la conmemoración de ese acontecimiento histórico, protagonizado por Fidel Castro y jóvenes revolucionarios, entre los cuales se encontraba él mismo.

Desde entonces, cobraron nuevos bríos los esfuerzos para llegar a esas fechas en pleno verano con una ciudad mejor, más confortable, que ofrezca un entorno amable a sus habitantes y huéspedes, a partir de sus valores arquitectónicos, históricos, patrimoniales y culturales.

El centro fundacional, considerado el anillo cero por la Oficina del Conservador de la Ciudad, ha devenido vórtice de estos ajetreos con obras como la Catedral Metroplitana, la Casa de Diego Velázquez, una de las más antiguas de América Latina; el vetusto edificio del Ayuntamiento Municipal y el centenario inmueble del Club San Carlos, convertido en sala de artes decorativas del Museo Emilio Bacardí.

Esa última institución, primera de su tipo en Cuba, recibe también los beneficios reconstructivos y la incorporación de un centro de restauración de bienes muebles, que prestará servicio a provincias orientales.

El imperio de las enramadas

Las mencionadas edificaciones muestran ya el esplendor recobrado, en las cuatro esquinas del corazón urbano, el parque Céspedes, desde donde muchos santiagueros y visitantes emprenden el recorrido por calles empinadas y asombrosos recovecos.

Muy cerca de allí, en la calle Enramadas, vital arteria comercial, se yergue el hotel Imperial, cerrado durante décadas y sometido a una remodelación que lo situará de nuevo como importante opción turística de la ciudad.

En esa extensión de kilómetro y medio y 14 cuadras toma forma el corredor peatonal y patrimonial que parte desde la emblemática Plaza de Marte y finaliza en la Avenida de La Alameda, donde está virtualmente concluida la primera etapa del Paseo Marítimo, que conectará de nuevo a los santiagueros con su bahía.

El malecón y varios parques infantiles, junto a un restaurante, una fábrica artesanal de cervezas y otras áreas recreativas conforman esa franja que se vinculará también a la carretera turística, en pleno remozamiento para hacer más accesible y agradable el recorrido por este litoral, donde se ubica la fortaleza de San Pedro de la Roca del Morro, Patrimonio de la Humanidad.

Ante un conjunto descomunal de obras, algunas más pequeñas van igualmente avanzando en su terminación y las de mayor complejidad tendrán seguimiento en lo que resta del año y hasta igual fecha del 2016, cuando el calendario marcará un año más sobre los 500.

Otra avenida, un lazo monumental

La nueva Avenida Juan Gualberto Gómez-Flor Crombet, por la que ya circulan los vehículos, ha llamado mucho la atención desde su comienzo y encima del nombre original de Yarayó de la antigua vía, son muchos los que se empeñan en llamarla Patria por una frase alegórica en uno de sus muros.

No obstante, el significado del camino asfaltado trasciende esa Circunstancia, porque enlaza de forma expedita a la Plaza de la Revolución Antonio Maceo y al cementerio de Santa Ifigenia, Monumento Nacional, donde descansan los restos de José Martí.

La historia que distingue a la Ciudad Heroína marca muchos de estos empeños, entre los cuales son notorios los cuidados al área monumental 26 de julio, donde se encuentran la antigua fortaleza militar asaltada ese día de 1953 y otros enclaves vinculados a la acción castrense.

En las cercanías, originales y novedosas fuentes de agua atraen las miradas y el interés de los transeúntes, mientras que en la Avenida de Manduley esperan por su inauguración el Museo de la Música, la Casa de la Cerámica y la sede del Centro Cultural Africano Fernando Ortiz.

En la espiritualidad de los santiagueros está quizás el sedimento menos visible, pero profundo de este ambicioso plan conmemorativo, expresado en canciones, poesías, pinturas, audiovisuales y otras expresiones artísticas. Agradecida, la ciudad devolverá esos gestos con el sello de su hospitalidad.

* Corresponsal de Prensa Latina en Santiago de Cuba.

Fuente: Prensa Latina


 

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