Declaración final del IV encuentro parlamentario del XXI Foro de Sao Paulo, en la que -entre otras cosas- se condena la desestabilización promovida por sectores conservadores contra los gobiernos de Ecuador, Brasil, El Salvador y Venezuela.
A lo largo de nuestra historia, los que prevalecemos en estas tierras continentes e insulares, enfrentamos una ofensiva que las derechas nacionales, amparadas por el capital transnacional y el imperialismo, realizan contra gobiernos progresistas, contra la esencia de izquierda que hoy nos une y que debemos evitar cualquier signo de agrietamiento.
Una buena parte de la región ha dejado atrás el modelo neoliberal para construir un nuevo horizonte más plural y democrático, que no solo recupere el rol del Estado del rincón donde el neoliberalismo lo había dejado, sino que continúe con el proceso de redistribución de la riqueza que ha permitido sacar a millones de personas de la pobreza.
Hoy en día, esa derecha reciclada se apropia de los símbolos y logros de esta década ganada para tratar de recuperar lo perdido y volver a sumergir a América Latina en la larga noche neoliberal, poniendo de nuevo la soberanía sobre nuestros recursos naturales y economías al servicio de unas elites políticas y económicas.
Por eso, las y los parlamentarios reunidos en este Encuentro emitimos el siguiente
Pronunciamiento
Condenamos los intentos de desestabilización que en este momento promueven la derecha y el imperialismo contra los gobiernos legítimos y democráticos de Ecuador, Brasil, El Salvador y Venezuela.
En este cambio de época, las victorias electorales son fundamentales para mantener lo logrado y abrir la posibilidad de profundizar y radicalizar los horizontes, y por eso mostramos nuestro apoyo al Frente para la Victoria de Argentina y el binomio presidencial Scioli-Zannini en las elecciones presidenciales de octubre, al igual que a todos los y las candidatas del PSUV y Gran Polo Patriótico Simón Bolívar de Venezuela, en las elecciones parlamentarias de diciembre.
Saludamos la apertura de relaciones y sedes diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, pero asimismo nos reafirmamos en la necesidad imperiosa del cese del bloqueo criminal que por más de 50 años se viene ejerciendo contra el pueblo cubano y su gobierno revolucionario. Al mismo tiempo, Cuba debe recobrar la soberanía plena sobre su territorio y por eso es urgente y necesario el cierre inmediato del centro de detención ilegal y tortura de Guantánamo y la entrega territorial a Cuba.
Nos comprometemos con el proceso de paz en Colombia. Una paz que sólo puede venir acompañada de justicia social y de la participación política de la insurgencia. La paz en Colombia es la paz de todo el continente, y en la misma dirección saludamos también la declaración de la CELAC que declara América Latina y el Caribe como una zona libre de armas nucleares y agresiones fronterizas, para lo que retiramos la exigencia del cierre de las bases militares de Estados Unidos en la región.
Realizamos una apuesta por la integración latinoamericana y caribeña, por fortalecer todos los instrumentos de integracion política, económica, comercial, cultural, científica, tecnológica o militar, instrumentos como el ALBA, la UNASUR, CELAC o Mercosur, además de Petrocaribe o el Banco del Sur.
Manifestamos que la integracion nuestroamericana solo será plena cuando desaparezcan todas las situaciones de neocolonialismo que todavía permanecen. En ese sentido nos comprometemos con la independencia de Puerto Rico, y con las legítimas reivindicaciones del pueblo argentino sobre las Islas Malvinas al igual que, en el marco de la integración de la Patria Grande,
Esperamos una solución a la justa demanda boliviana de acceso soberano al mar, que sea razonable, equitativa y duradera, mediante el diálogo. Saludamos el mensaje de Papa Francisco en relación a este tema, cuando propuso que el diálogo es el único mecanismo para resolver esta histórica injusticia que limita los derechos de un pueblo a acceder al mar.
Exhortamos a los gobiernos de los pueblos hermanos de Venezuela y Guyana a resolver la controversia territorial a través del Acuerdo de Ginebra, acordada por ambos países en 1966. Exigimos la derogación del decreto ejecutivo del Presidente Barack Obama que declara a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria.
Manifestamos nuestra preocupación por la violación de los Derechos Humanos, la persecución y criminalización de la lucha y la protesta social en Paraguay.
También queremos mirar más allá de nuestras fronteras, desde el sur a otros sures, y solidarizarnos con el pueblo griego que estos días sufre la imposición de un nuevo plan de austeridad en forma de deuda destinada a pagar y generar más deuda. Allá en Europa desahucian a familias enteras mientras salvan a bancos privados con dinero público. Al igual que sufrimos el Consenso de Washington, los pueblos del sur de Europa sufren un austericidio en forma de Consenso de la Troika contra su soberanía política y económica. Pero también surgen movimientos soberanistas que llenan de esperanza, como el que realizará Cataluña el próximo 27 de septiembre celebrando unas elecciones en clave plebiscitaria para decidir su futuro político en libertad, a pesar de las amenazas del gobierno de España.
Y en ese Sur geopolítico del que somos parte se encuentran también nuestros hermanos saharauis y palestinos. Denunciamos las continuas agresiones sionistas contra los territorios de Gaza y Cisjordania, sometidos a un apartheid como hace años lo tuvo Sudáfrica. Asimismo, hacemos un llamamiento a reconocer a la Republica Saharaui como forma de dar un mayor impulso a la paz.
Nos comprometemos a seguir transformando nuestras realidades socio-políticas y, por tanto convocamos a la operatividad de la Red de Parlamentari@s del Foro de Sao Paulo, el mejor instrumento para la armonización legislativa, que nos habrá de permitir, desde nuestros parlamentos y asambleas legislativas, como Grupos y Bancadas, darle carácter de leyes irreversibles a los cambios, iniciativas y proyectos que presentemos para lograr una genuina sociedad soberana, basada en la democracia, la justicia, el respeto y la cooperación mutuas. También, fortalecer la Red para la Paz en Colombia que recién se relanzó en Uruguay.
Nos pronunciamos por la unidad de las izquierdas y la integración para construir un modelo alternativo de desarrollo, aliados plenamente con los diversos movimientos sociales.
Y si hablamos de luchas sociales, este Encuentro Parlamentario del Foro de Sao Paulo no puede olvidar a los desaparecidos de Ayotzinapa, Tlatlaya, Ostula, Apatzingán y de todos los lugares donde se han trasgredido los derechos humanos.
Pedimos al Estado Mexicano que asuma su responsabilidad y ponga todos los medios a su alcance hasta encontrar a todos y cada uno de los jóvenes desaparecidos. Es necesario romper con el pacto de impunidad que no permite el acceso a la justicia y deslinde de responsabilidades ante los hechos más lesivos de pérdida de vidas en los diferentes estados de la República Mexicana.
Ante un nuevo modelo de invasión y colonialismo, hacemos nuestra la agenda de reconocimientos a los derechos de los pueblos indígenas y a su resistencia por la defensa de sus tierras, territorios y recursos naturales ante proyectos hidroeléctricos, eólicos, industria extractiva y energética de transnacionales coludidas con gobiernos neoliberales.
Impulsemos acuerdos parlamentarios para atender el proceso de migración y movilidad humana que se dan en nuestros pueblos, descriminalizando al migrante y proteger sus derechos humanos en toda la región. Así como, promoviendo la ciudadanía latinoamericana y caribeña dentro del marco de integración de los pueblos de la región.
Precisamos integrarnos a la humildad y la sencillez del planteo político para transferir nuestra propia práctica en el ejemplo que les damos a los que depositan en nosotros su confianza.
Por la integración de las izquierdas, la defensa de la soberanía y el buen vivir,
¡Vivan los pueblos y naciones de América Latina y el Caribe!
Dado en la Ciudad de México-Tenochtitlan a los 31 días del mes de julio del año 2015
Fuente: Nodal
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