Edmundo García entrevista al Prof. José Gabilondo, de la Escuela de Leyes de FIU-Miami (en La tarde se mueve)
EDMUNDO GARCIA: Profesor, el presidente Obama tendrá el próximo 14 de septiembre que decidir si prolonga o no las sanciones a Cuba bajo la llamada ley de comercio con el enemigo, un estatuto que viene de 1917 y al que John F. Kennedy recurrió para desplegar el embargo económico contra Cuba. Desde entonces, cada año, los respectivos presidentes de Estados Unidos han ido ratificando la situacion. En su opinión, en medio del actual momento de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, ¿cree que el presidente Obama vaya a ratificar o no?
Prof. JOSE GABILONDO: Bueno, en el contexto actual hay un problema, y es que la ley requiere que el país que se sancione de esa manera sea un país enemigo, o que haya una emergencia nacional, y yo creo que la pregunta no es si debe o no firmar sino si puede o no firmar; y a mí me parece que bajo la definición de qué se considera un país enemigo ya Cuba no lo es. Ahora, eso no significa que esa sea la única base del embargo, hay varias fuentes independientes de autoridad legal que apoyan distintas partes del embargo; pero a mí me parece que el presidente no se puede seguir acogiendo a esa ley de 1917.
EG: Sería algo muy simbólico que el presidente Obama fuera el primero desde Kennedy que no firma la prórroga por un año más.
Prof. JG: Además de simbólico sería sustantivo también, porque sería el comienzo de una renuncia formal por parte del ejecutivo al embargo contra Cuba, que es una figura principalmente del poder ejecutivo. Obama es un hombre muy capacitado, ha hecho mucho, él no tiene miedo de hacer cambios radicales; yo creo que la historia lo va a reconocer como un presidente bajo el cual el país dio un giro; su administración ha hecho muchísimas cosas, yo veo su política tan aperturista con Cuba como otro ejemplo de lo que es su estilo de trabajo, que es tomar problemas serios, no tener miedo de enfrentar problemas bien polémicos y cambiar la historia.
EG: Profesor, la administración del presidente Eisenhower comete el error de promover un golpe de estado contra el presidente legítimo de Guatemala Jacobo Arbenz; sin que pesara un bloqueo, un embargo, una situación anómala; Guatemala no era una amenaza política, quien estaba disgustada con Arbenz era la United Fruit Company por las medidas populares que se estaban tomando. Cuando Kennedy llega a la presidencia ya se está preparando la invasión de Bahía de Cochinos, de Girón, desde la administración Eisenhower, ¿Kennedy toma la decisión de sancionar económicamente a Cuba para que al invadirla se evitase la situación diplomática que se le creó a Eisenhower por la carencia de justificación del golpe contra Arbenz?
Prof. JG: No entiendo bien la pregunta…
EG: Lo que quiero decir es que Guatemala recibe el golpe de estado estando integrada perfectamente en un sistema panamericano diseñado por Estados Unidos; no existían razones internacionales aparentes para promover un golpe de estado en Guatemala y eso le trajo problemas diplomáticos a la administración Eisenhower, ¿no habría querido Kennedy al sancionar económicamente a Cuba tratar de justificar la invasión?
Prof. JG: Pudiera ser, porque Kennedy no se basó en la referida ley de 1917 sino en el Foreign Assistance Act de 1961. Y esa fue la base original del embargo, junto a una orden ejecutiva. Yo creo que él tenía un compromiso con eso, en parte porque ya lo había heredado, y todavía estábamos en la guerra fría e incluso los elementos más progresistas del país sufrían de esa mentalidad de confrontación.
EG: Profesor, próximamente Cuba volverá a presentar una resolución en Naciones Unidas en contra del bloqueo. Déjeme simplificar la pregunta: ¿Estados Unidos podría votar contra Estados Unidos?
Prof. JG: Bueno, yo creo que sería bien interesante, y es probable, porque cuando hablamos de Estados Unidos tenemos que distinguir entre la política del ejecutivo y la política del congreso, y por primera vez en medio siglo el ejecutivo y el congreso no están en sintonía, y eso va a provocar varias preguntas de carácter jurídico. De modo que yo creo que sería un acto de mucha valentía; y también me interesa que Estados Unidos haga eso; lo único que aún no veo es que Obama y su administración repudien el embargo en su totalidad; hasta ahora lo que han dicho es que no lo apoyan totalmente…
EG: Pero también han pedido que se levante; el Secretario de Estado Kerry le pidió al congreso que levante el bloqueo a Cuba; Obama también lo ha pedido, que lo levante completamente.
Prof. JG: Sí, lo ha pedido, pero en mi forma de pensar el presidente todavía no ha hecho todo lo que él puede hacer, todo lo que queda dentro de su margen de discreción; déjame explicarlo un poco, tiene que ver con la forma en que la Constitución en Estados Unidos reparte la competencia sobre asuntos exteriores; y lo que hace la Constitución y la tradición jurídica de este país es que comparte el poder en asuntos exteriores, lo divide entre el congreso y el presidente. El presidente es el principal, el ejecutivo, y el congreso tienen un papel muy inferior; y lo que ha pasado con Cuba es que, desde Eisenhower y Kennedy, el embargo se ha desarrollado bajo el poder ejecutivo. Lo que intentó hacer el congreso en 1991 con la Ley Torricelli y en 1996 con la Ley Helms-Burton fue congelar ese embargo; porque el congreso ya sabía que iba a venir un día en que el ejecutivo y el legislativo ya no iban a estar en sintonía, y previendo esa posibilidad dijeron: “Bueno, vamos a codificarlo”. Pero hay un problema, y es que el congreso no tiene la misma competencia en esta materia que tiene el presidente; de tal manera que aunque ellos creen que congelaron el embargo a través de esa codificación, quedó la duda de hasta qué punto tenían el poder de hacer eso. Es un defecto constitucional, pero nadie le hizo mucho caso porque se sabía que entonces el presidente y el congreso seguían en sintonía. Pero a partir del 17 de diciembre de 2014 (igual desde antes) ya esa sintonía no existe. ¿Qué significa esto? Pues que hemos estado hablando hasta ahora de que tenemos que esperar a que el congreso estadounidense levante el embargo, pero a mí me parece que no es cierto: Si el presidente Obama repudiara formalmente toda la autoridad ejecutiva que él ha usado para justificar las regulaciones de OFAC (Office of Foreign Assets Control), que todavía sigue haciéndolo, lo único que quedaría es la versión legislativa del embargo. ¿Y qué es esto? Pues la verdad que no se sabe…
EG: Profesor, ¿y cómo el presidente pudiera hacer eso que usted dice? ¿Con una carta a las agencias federales?
Prof. JG: Bueno, primero hay que entender que OFAC es una oficina que pertenece al Departamento del Tesoro, que es parte del gabinete del ejecutivo. Obama nombra los dirigentes y ellos hacen la política, de forma que él pudiera unilateralmente indicar: “Mira, hagamos esta política, OFAC tiene que cambiar la regulación”. En este país hay una ley que se llama Ley de Procedimiento Administrativo, que rige cuando las agencias administrativas hacen esos cambios, lo que tendría que hacer OFAC es decir: “Mira, hemos decidido reformar las regulaciones en cuanto a Cuba porque no hay ningún apoyo ejecutivo para el embargo, de forma que queremos abolir las regulaciones”. Lo que enfrentarían inmediatamente es a alguien diciendo: “Pero oye, ustedes tienen que hacer algo porque la Ley Helms-Burton y la Ley Torricelli codifican el embargo”. Entonces, en ese momento, OFAC sacaría la pregunta constitucional: “Bueno, si no hay ningún apoyo ejecutivo para el embargo, qué es lo mínimo que tenemos que hacer, constitucionalmente hablando, para cumplir con la ley”. Ahora, yo no sé la respuesta a esa pregunta, pero sé que ese es el criterio que se tendría que aplicar; y lo que yo me imagino es que se pudiera hacer un argumento de que el congreso no tiene ninguna competencia, de forma que el embargo que queda después de la decisión ejecutiva sería menos. Ahora, ¿quién puede hacer ese argumento? Bueno, lo pudiera hacer en un principio una parte privada; o sea, un empresario que diga que la parte constitucional del embargo limita el poder de transar con Cuba.
EG: Entonces, volviendo al punto, porque tanto OFAC, como el Tesoro, como el Departamento de Estado, como la misión de Estados Unidos ante Naciones Unidas, a quien representan es al presidente de los Estados Unidos, son instrumentos que tiene el presidente para llevar a cabo su política; no representan al legislativo. ¿Pudiéramos ver, sin precedentes hasta ahora (porque como usted mismo decía la política de Estados Unidos hacia Cuba se hace “sin precedentes” porque todo hay que explorarlo), a Estados Unidos votando contra Estados Unidos, como ya se dijo? Porque hay tres opciones: Votan en contra de la resolución de Cuba, a favor o se abstienen. Seguramente en Washington están pensando en esto también; yo sé que usted no tiene una bola de cristal, pero, ¿cómo cree que votaría Estados Unidos?
Prof. JG: Yo creo que la mejor opción para Estados Unidos es abstenerse y posponer el tomar una postura firme. Me parece que no pueden votar a favor del embargo como han hecho antes, y tampoco me parece que están listos para aprovechar toda la autoridad que tienen y descubrir el límite de esa autoridad; porque en realidad en el tema de Cuba todo resulta excepcional, Cuba es su propio precedente, todas las políticas en cuanto a Cuba son su propio precedente. Y la pregunta provoca a su vez esta otra pregunta: ¿Quién tiene autoridad, por ejemplo, para legislar todos los criterios que hacen falta para el levantamiento del embargo? Yo creo que la respuesta es “el ejecutivo”, no lo puede hacer el congreso… De cualquier modo esa pregunta no ha sido relevante hasta ahora.
EG: Pero por otra parte lo que sí tenemos claro es que a quien representa el Departamento de Estado, la opinión que tiene que llevar la embajadora ante la ONU Samantha Power es la opinión del presidente de los Estados Unidos. Entonces yo me vuelvo a preguntar, más porque lo deseo que porque lo razono analíticamente, que es posible una abstención, y a lo mejor más: ¿Es posible un voto de Estados Unidos contra su propio embargo porque lo ordene el presidente Obama?
Prof. JG: Se pudiera, porque algo que se ha notado en este proceso es que ha sido muy sorpresivo; o sea, Obama no consultó con el congreso lo anunciado el 17 de septiembre del 2014, no consultó con quienes iban a ser críticos con su política; sencillamente lo hizo, y creo que la clase política que apoya el embargo se enteró de lo del 17 de diciembre después que pasó. De forma que pudiéramos tener una sorpresa; aunque me gustaría hacer una clarificación. Las agencias administrativas sí representan al presidente, pero una vez que se han comprometido con una regulación, también tienen que representar esa regulación hasta que la cambien. De forma que en última instancia es el presidente quien dirige, de alguna manera quien tiene las plumas para firmar las políticas, pero una vez que se han comprometido, y están comprometidas en las regulaciones de activos cubanos, sí tienen que seguir esa normativa hasta que la cambien.
EG: ¿Hasta que sea cambiada por quién, por el presidente o por el congreso?
Prof. JG: Por las agencias y oficinas mismas, porque esas regulaciones las emite OFAC, si bien en base a una dirección que viene del presidente.
EG: Por tanto es el presidente quien cambia las reglas del juego.
Prof. JG: Sí. Yo creo que él ya ha cambiado las reglas del juego; pero me parece que pudiera hacer todavía más. No se sabe hasta dónde podría llegar, y sería algo que tendría que resolver en un tribunal federal, que tendría la última palabra en cuanto a ver hasta dónde llega el papel del congreso. El presidente quiere evitar ese pleito, y seguramente intentará buscar una solución más diplomática, pero en cuanto a la ley de comercio, la guerra que tiene el presidente no es con Cuba sino con el congreso.
EG: ¿Esto pudiera llegar a la Corte Suprema?
Prof. JG: Teóricamente sí. Pudiera suceder algo parecido a los que pasó con la ley federal contra el matrimonio gay, que llegó un momento en que la administración dijo: “Bueno, es la ley, pero si alguien la demanda, no vamos a defenderla más porque pensamos que no es constitucional”. De forma que creo que Obama no lo va a hacer en cuanto a Cuba, no va a repetir esa postura porque es un acto que le cuesta políticamente a los Demócratas, pero él pudiera hacer la misma cosa.
EG: Va ser interesante lo que pudiera suceder en las próximas semanas, porque ya hay un grupo de interpretaciones. Me imagino que los abogados del presidente deben estar afinando una estrategia acerca de cómo van a manejar estos temas. ¿Usted lo cree?
Prof. JG: Absolutamente. Yo creo que ellos seguramente han analizado hasta dónde pueden llegar con la autoridad que les da la constitución, reconociendo que estas son unas preguntas que no tienen una solución fácil. En los temas de política exterior hay muchas interrogantes; pero sí, ellos están analizando hasta dónde pueden llegar, y me parece que no han llegado hasta ese límite todavía, pudieran hacer más. El presidente está siendo cauteloso con este tema.
EG: Pero tienen el tiempo contado porque se les viene encima la hora de los mameyes, como decimos los cubanos.
Prof. JG: Es cierto, pero creo que entra en el cálculo de este tema la elección del año que viene y el efecto de estos cambios en cuanto a Cuba en el partido Republicano; porque Obama es un gran estratega, que además de mejorar la política exterior de los Estados Unidos está dando otro golpe al partido Republicano, que no sabe cómo hacer frente al Diciembre 17 de 2014 de una manera efectiva; porque me parece que cada día se va a poner más difícil para los Republicanos apoyar el embargo.
EG: Además de que hay una parte de los Republicanos que realmente no apoya el embargo.
Prof. JG: Gran parte, porque va en contra de todo el sector libertario, todo el sector de libre mercado, que se opone al embargo; y también la parte del partido Republicano que se identifica con la Cámara de Comercio.
EG: Y agregaría un tercer factor, los verdaderos Republicanos conservadores; porque el conservadurismo sigue siendo uno de los pilares del partido Republicano. Los Republicanos conservadores no aprueban las políticas de intromisión del gobierno en la vida de los ciudadanos, en las empresas.
Prof. JG: Absolutamente, pero el partido Republicano ha estado pasando por unas crisis en los últimos 10 años y creo que esta elección en particular es otro capítulo de una crisis en la que el partido tiene que decidir si se va a ir hacia el ala más conservadora, socialmente hablando, o si va a intentar renovarse de alguna manera; y hasta ahora no sabe cómo renovarse o reproducirse.
EG: ¿Usted cree que con su propio legado el presidente Obama le está allanando el camino a Hillary Clinton?
Prof. JG: Eso es interesante, porque debemos saber si Biden se va a postular; porque Obama tiene más lealtad a su vicepresidente que a Hillary. Todavía no se sabe si Hillary va a ser la candidata, hasta ahora pensábamos que iba a ser así pero entre el escándalo con los correos electrónicos y el interés de Biden yo creo que no se debe asumir absolutamente que va a ser Hillary la candidata.
EG: Según Luis Almagro, su secretario general, Cuba llegará a integrarse a la OEA. Yo no he escuchado ninguna palabra de Cuba que muestre la intención de integrarse a ese mecanismo, ¿ve usted a Cuba dentro de la OEA?
Prof. JG: Es una buena pregunta, yo también me he preguntado eso, y no solo en la OEA, también respecto a la participación de Cuba en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial; porque por ejemplo, las reformas de política monetaria a que se ha comprometido el Partido Comunista de Cuba en Los Lineamientos, todos esos cambios serían mucho más fáciles si Cuba pudiera formar parte de los organismos internacionales porque ayudaría; pero igual los cubanos han hecho sus cálculos y por las razones que sean no han mencionado eso. Ahora, cuando decíamos que todo en Cuba es excepcional, esto puede ser otro ejemplo del excepcionalismo cubano, que quizás Cuba va a esperar o posponer un rato su incorporación en estos aparatos; para mí es muy significativo porque uno tiene que entender que el mercado internacional cambió desde el triunfo de la Revolución Cubana y el resto del mundo vivió lo que se llama el “Washington consensus”, ese conjunto de políticas de Ronald Reagan, de Margaret Thatcher y organismos internacionales que de alguna manera reestructuraron el mercado mundial, pero Cuba no fue parte de eso. Cuba ha podido “mantener como sostenible una situación insostenible”, y es curioso que todavía Cuba siga como un país no alineado porque no se ha incorporado al régimen neoliberal, para mí va a ser muy interesante ver cómo Cuba reacciona y si encuentra alguna forma de reorganizar sus compromisos socialistas en un mundo más difícil; vamos a ver, porque también hay mucha simpatía global hacia Cuba, la gran mayoría de los países quieren que Cuba se incorpore soberanamente, como cualquier país.
EG: Según una fuente confiable, Estados Unidos se habría comprometido con ayudar en energía y gas a los países de Centroamérica y el Caribe, y que el “bróker” para esas negociaciones sería Cuba. Aunque esto no está confirmado, igual le pido su parecer respecto a si cree esto posible.
Prof. JG: Absolutamente, y sería otra sorpresa; a la vez previsible, porque Cuba sería una suerte de “bróker” natural: está al lado de Estados Unidos y a la vez tiene vinculo con todos esos países; y de ninguna manera es un agente de la política neoliberal de los Estados Unidos; Cuba tiene cierta legitimidad para actuar como intermediario en una región donde hay como una nueva izquierda en varios países, lo que deja a Cuba en una posición de no solo ser intermediaria sino también ser líder. Va a ser muy interesante, imagino que vendrá con el tiempo, el gobierno de Cuba tiene muchas cosas que está barajando. Tiempo al tiempo.
EG: Profesor, dígame algo de Donald Trump.
Prof. JG: La ironía es que Donald Trump es el ideal de lo que han estado prometiendo los Republicanos hace mucho tiempo. Todos esos políticos Republicanos no se han cansado de decir que lo bueno es el empresario, lo malo es el estado, que hace falta un emprendedor que no tenga nada que ver con el gobierno, y ese es Trump, de alguna manera es el único que reúne los criterios que ellos dicen que son importantes, eso es lo irónico. Hay muchos que sienten vergüenza del éxito de Trump. Yo le creo cuando él habla, en cambio es difícil creer a los demás.
EG: ¿Usted cree que Trump pudiera mantener esa punta y convertirse en el candidato Republicano? ¿Eso no sería como regalarles la presidencia a los Demócratas?
Prof. JG: Yo creo que es improbable porque él es un candidato anti institucional, y todo el aparato del partido Republicano va a ir contra él, porque ellos lo están tolerando pero no tiene el apoyo del partido. Trump lo que va a ayudar a provocar una división, porque él representa a los anti latino, a la América profunda, esa que no quiere tratar con otros países, él representa a esta parte muy bien. Yo dudo que vaya a ser el candidato, pero también él le va a quitar apoyo a quien sea el candidato Republicano.
EG: Suponiendo que logre la postulación, ya sea como Republicano o como Independiente, ¿qué estados de la Unión cree que ganaría?
Prof. JG: Es una pregunta interesante. A lo mejor en el noroeste. No va a ganar ninguna costa. Si Jeb Bush no estuviera, a lo mejor ganara Texas; porque aunque Trump es neoyorquino, tiene una sensibilidad muy texana. También algunos estados en el llamado “cinturón del odio”, en la parte sur, de la antigua parte esclavista, más conservadores; pero al final no, porque se irían con el candidato oficial del partido Republicano.
EG: Jeb Bush se ha desinflado, no suena, se ha caído en las encuestas, ¿es una estrategia o se le acabó el combustible?
Prof. JG: Tiene que ver también con su carácter, él no tiene ese carácter tan bélico y tan agresivo; lo intenta lucir a veces y no le sale bien. Lo que le ha pasado a los Republicanos es que se han vuelto más violentos entre sí. Yo creo que Bush todavía es como demasiado caballero para lidiar con los demás candidatos. Hay que ver lo que ha pasado con la cultura de las campañas políticas. En los años 70 y 80 los Republicanos ayudaron a introducir lo que se llama en inglés “rat politic”, la idea era identificar defectos, hacer argumentos ad hominem, y ellos lo usaban contra los Demócratas, pero se han acostumbrado a eso y ahora lo usan unos contra otros. Y por eso hay ese grado asombroso de oportunismo en el partido Republicano; ellos lo crearon, y lo terrible es que a muchos les gusta. En este ambiente Jeb Bush no es tan agresivo como los demás.
EG: Y a Marco Rubio yo no le veo oportunidad; ni siquiera como candidato de fórmula.
Prof. JG: Yo lo escuché hablar una vez porque era el orador para una graduación en la Facultad de Derecho y a mí no me gustó lo que dijo, y francamente me asustó; pero me asustó porque me dije: “Es como un Bill Clinton de la derecha”; sabía cómo darle la vuelta a las palabras, intentaba ser gracioso, y si tú no oías lo que decía, parecía agradable. Si este año no es su momento, igual vendrá; él tiene mucho tiempo para prepararse.
EG: Realmente lo que se dice es que a él lo que le interesa es tener reconocimiento, recaudar fondos, y lanzarse para gobernador de la Florida cuando se vaya Rick Scott.
Prof. JG: Yo creo que siente que el presidente puede ser él; como el sueño americano en el plano político. Lo que también sucede es que estas campañas pueden ser muy rentables; si no ganas la elección, puedes escribir otro libro, puedes postular para otro puesto, o buscar un programa de televisión. Para los Republicanos es muy rentable participar en esa empresa política.
EG: Profesor: Bernie Sanders; Hillary Clinton y Joe Biden.
Prof. JG: Hay menos Demócratas aspirando que Republicanos, y yo creo que tiene que ver con la lealtad de los Demócratas hacia su partido. Hay muchos que se pueden presentar pero serían el ridículo, y no lo van a hacer. Cada uno es muy distinto. A mí me parece que Bernie Sanders no tiene ninguna posibilidad; si fuera para una oficina en Nueva York o Massachusetts sí, porque él representa una visión muy liberal, pero sin posibilidad. Aunque Hillary es tenida hasta ahora como la candidata, tengo la impresión de que Biden se va a postular y va a ser el candidato.
EG: ¿El candidato del partido?
Prof. JG: Yo creo que sí. Si hoy yo tuviera que escoger, diría que va a ser Biden; porque él tiene la personalidad, va a tener el apoyo del presidente, tiene muchísimas relaciones; y otro factor, que no es un factor justo, lo cierto es que Hillary Clinton lucha contra más prejuicios que Biden.
EG: Pero ese sería el fin de la carrera política de Hillary Clinton.
Prof. JG: Bueno, pudiera. No sé si ella aceptaría ser la candidata a la vicepresidencia, con Biden como presidente. Vamos a ver, eso depende de lo que decida Biden en estos días.
EG: Pero los números de Biden son muy bajos.
Prof. JG: Porque él no ha hecho nada por competir. Muy conscientemente la semana pasada tuvo esa reunión con la senadora Warren de Massachusetts; es como la primera vez que se nota que él entra en acción para este propósito. También él está respetando la ventaja de Hillary Clinton. Igual está como dando una vuelta para ver cómo puede declarar su candidatura de una forma que no sea tan agresiva contra Clinton.
EG: Es que hay tres sectores que apoyarían a Clinton: los hispanos, los afroamericanos y las mujeres. Y después que lo lograra el primer afro descendiente, tendría el simbolismo de ser la primera mujer en llegar a la presidencia de los Estados Unidos.
Prof. JG: Eso sería maravilloso por el tema mujer, porque a mí me parece que lo que pasa ahora en Estados Unidos es que en cuanto a la situación social y sexual hay mucho progreso, pero el derecho de la mujer al aborto está bajo una cantidad de ataques, que de alguna manera estamos volviendo a la situación anterior al caso Roe vs. Wade, que legalizó el derecho al aborto. A mí me parece que el tema de los derechos de la mujer es muy significativo, y yo creo que Biden lo apoyaría también. Pero sí, sería un símbolo magnífico tener una mujer en la Casa Blanca.
Fuente: La tarde se mueve
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