(Por Edmundo García / La tarde se mueve)
Hay que estar claro y esto no lo podrán negar ni los propios demonios que la promueven: existe toda una campaña para tratar de deslucir la visita del Papa Francisco a Cuba. Detrás de esa están los mismos grupos de siempre; financiados y estimulados desde Miami. Cuba tiene experiencia en enfrentar estas acciones, que son las mismas que los mercenarios intentaron realizar sin éxito durante las anteriores visitas de Sus Santidades Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Entre las tantas reuniones que se han hecho en Miami contra la visita del Papa Francisco a Cuba, destaca por su ridículo la celebrada este fin de semana por una organización sombría y roñosa, que viste de negro y se nutre de desgracias y malos augurios, llamada MAR por Cuba, que entre las cosas descabelladas que pidió en una comida en el tristemente célebre club Big Five, estuvo reclamarle al Papa destituyera al Cardenal Jaime Ortega y Alamino.
Este lunes Ninoska Lucrecia Pérez Castellón lo decía en su programa de Radio Mambí como si eso fuera realmente posible; como si una organización ligada a terroristas que han atentado contra el pueblo de Cuba, pudiera dirigir la política del Vaticano. Están tan lejos de la realidad, que cuando Silvia Iriondo, la llamada presidenta de MAR por Cuba (que para Cuba solo quiere el mal), dijo que el Papa debía destituir al Cardenal, tronaron delirante e impotentes aplausos.
Pero hay más cosas dando vueltas por ahí. José Daniel Ferrer, que como dice Raúl Capote en una reciente entrevista recibe tantas órdenes que ya no sabe si hacerse el malo o el malísimo, anda pregonando que hay que exigirle al Papa que libere prisioneros. En primer lugar este personaje no es nadie para exigirle cosas al Papa. En segundo lugar y como informó Granma el pasado jueves, el Consejo de Estado de Cuba precisamente en honor a la visita de Su Santidad a Cuba, anunció el indulto de 3522 sancionados por tribunales cubanos.
Pero como lo que esta campaña quiere es manchar la visita del Papa, difamar a la revolución y al pueblo cubano, resulta que ninguno de estos miles de indultados les gusta. Ellos piden los presos de Luis Clemente Posada Carriles y Santiago Álvarez Magriñá, sus cómplices, los enviados a Cuba a cometer actos de terrorismo; como tirar bombas de fabricación manual en sitios públicos donde el pueblo se divierte. (https://www.youtube.com/watch?v=1PLkLERA0dc)
Bertha Soler, en la misma línea, está diciendo que hay que pedir la liberación de supuestos presos políticos. Tanto el Cardenal Ortega, el Nuncio Apostólico y otras autoridades le han dicho que muy bien, que les entreguen la lista de presos de conciencia para analizarlo; pero Bertha Soler no ha entregado nada porque en Cuba no existen presos políticos. Ella habla en sentido figurado de presos políticos, lo ha escuchado en otros países, pero no puede precisar ninguno en Cuba.
Bertha Soler también anda diciendo que en Cuba habrá por los días de la visita del Papa un apagón telefónico y medidas de seguridad extremas. Ya dije que estas personas lo que quieren es difamar, pero igual les voy a advertir una cosa. El Papa Francisco es una personalidad mundial, el líder de millones de católicos. Por su propio estilo es un ser humano abierto, sencillo, accesible, y en Cuba se le dará toda la protección que necesite aunque a esto a Berta Soler le moleste y le asuste. Protección que por cierto también se le dará en Estados Unidos, cuando viaje a Filadelfia luego de concluir su estancia en Santiago de Cuba.
Como era de esperar, Ileana Ros-Lehtinen también se ha molestado con la visita del Papa a Cuba y los preparativos del gobierno cubano; en su web oficial puede leerse que “Debemos reconocer esta liberación por la farsa que es, y trabajar para apoyar activistas cubanos democráticos en vez de felicitar el gesto vacío del régimen tiránico. Es casi una conclusión lógica que durante y después de la visita del Papa, más cubanos inocentes serán detenidos y enviados por el régimen a los Gulag de los Castro.”
Como puede verse una vez más, esta persona se ha quedado prisionera del pasado, atrapada en sus propias fobias y no tiene nada nuevo que proponer. Como ya dije en un artículo que escribí el 29 de julio, Ros-Lehtinen y políticos como ella no son más que cadáveres políticos.
Otro que a pesar de su responsabilidad ha perdido la perspectiva y la prudencia en algunas declaraciones es el Arzobispo de Miami Thomas Wenski. En un reciente simposio sobre las relaciones entre la Iglesia y la “diáspora” celebrado en Miami Mons. Wenski dijo que “la Iglesia cubana quiere un aterrizaje suave para llevar a cabo una transición pacífica en Cuba, porque la alternativa será el caos; para eso es que está trabajando la Iglesia. Que el Papa (Francisco) vaya a Cuba, significa que está de acuerdo con este objetivo”.
A mucha gente ingenua, ignorante en política, manipuladora o sencillamente entreguista, le gusta eso de “transición pacífica”; parece que les suena bonito, porque si alguien defiende una “transición pacífica” es porque debe haber otro que propone una “transición guerrerista o violenta”. Pero lo que yo pregunto a unos y otros es: ¿transición a dónde? Porque va y todos, pacíficos y guerreristas, lo que quieren es llegar al mismo lugar. A lo mejor solo los diferencian cuestiones de forma, de detalles, o como dicen ahora de “discurso”.
El pueblo de Cuba y sus dirigentes no van a transitar a ninguna parte; simplemente cambian, se transforman, rectifican lo que sea necesario rectificar y avanzan a su propio ritmo y en vela por mantener la soberanía nacional. En Cuba no hay segundas ni terceras vías; solo la vía de la Revolución y de Fidel, escogida por el pueblo.
Debería tener esto bien claro Mons. Wenski. Y también ese pseudo cardenal de bolsillo que se ha echado la derecha de Miami que se llama José Conrado; y por supuesto el cura Rumín, que se dedica a rifar los autos Ford de Gus Machado mientras el pueblo de Cuba, y muchos católicos de Miami, celebran desde ya la exitosa visita del Papa Francisco.
Fuente: La tarde se mueve / Foto: Fernando Medina Fernández
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