Nueva York, 25 sep (SIG).
Me siento honrado de participar, en nombre del pueblo colombiano, en esta Cumbre para afirmar, con toda convicción y decisión, nuestro compromiso con la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que en ella se proclaman.
Hace apenas unos años, preocupados por la continuidad de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Colombia planteó la propuesta de unas metas que integraran de manera equilibrada las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, la social y la ambiental.
Esa propuesta, felizmente, fue aprobada en la Conferencia de Río + 20, convirtiéndose en su más visible resultado.
De ahí en adelante, hicimos parte del Grupo Abierto de Trabajo sobre estos objetivos; nuestra Canciller fue miembro del Grupo de Alto Nivel del Secretario General de Personas Eminentes sobre la agenda de desarrollo post-2015, y Colombia hoy hace parte del Grupo Inter-Agencial de Expertos para Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Mi país celebra y acoge estos Objetivos, pues somos conscientes de que también son condiciones necesarias para la construcción de paz, y a su vez, la paz en Colombia tendrá unos altísimos dividendos, precisamente en lo económico, en lo social y en lo ambiental. Será un círculo virtuoso.
En los próximos 15 años, todos los países del mundo unidos tenemos que lograr nuestros tres mayores retos: erradicar la pobreza en todas sus dimensiones, combatir la desigualdad y la injusticia, y enfrentar el cambio climático.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio nos guiaron hacia un presente más igualitario, y en mi país tuvimos avances significativos que se reflejaron en una mejor calidad de vida para los colombianos más vulnerables.
Hoy, por primera vez en Colombia, más personas hacen parte de la clase media que las que están en situación de pobreza.
La pobreza por ingresos disminuyó en los últimos cinco años cerca de 12 puntos porcentuales, lo que representa 4 millones 400 mil colombianos menos en esta condición.
Esto nos convierte en el país de América Latina que más ha disminuido la pobreza en los últimos años.
Algo similar ocurre con la pobreza extrema, donde más de 2 millones y medio de personas han superado esta condición.
Y un logro muy importante: avanzamos en reducción de la desigualdad.
Falta mucho, muchísimo, por supuesto. Por eso, nuestro reto ahora es incrementar y hacer irreversibles estos avances.
En nuestro país nos hemos propuesto erradicar la pobreza extrema en una década –para el año 2025–, además de alcanzar niveles de excelencia en educación. Y todo estará enmarcado en una estrategia envolvente de Crecimiento Verde.
Nuestro compromiso en la lucha contra el cambio climático surge de dos realidades: somos el segundo país más biodiverso del mundo pero, a la vez, tenemos una gran vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático, que nos golpean con especial dureza.
Nuestro Plan de Desarrollo para los próximos 4 años, y fuimos, tal vez, el primer país en hacerlo, fue diseñado con la visión de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como un primer paso hacia la erradicación de manera irreversible de la pobreza, y hacia un desarrollo que mejore la condición humana y preserve el medio ambiente.
Y digo “primer paso” porque lo que buscamos es que esta agenda se cumpla y desarrolle en mi gobierno y trascienda gobiernos futuros.
Ya establecimos en Colombia una comisión interinstitucional –con la participación de territorios, sociedad civil, sector privado, academia, medios y organizaciones internacionales– para coordinar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y diseñar metodologías de trabajo intersectorial, y de evaluación, medición y seguimiento.
Porque –si queremos tomar las decisiones adecuadas– debemos tener indicadores confiables que nos muestren dónde estamos, cómo avanzamos y en dónde vamos rezagados.
Colombia ha aceptado –además– ser parte del Grupo de Alto Nivel para el Apoyo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Sabemos bien que el mañana no es cosa del futuro, sino que se construye hoy, con los esfuerzos del ahora.
Por eso nos llena de esperanza que Naciones Unidas –en sus 70 años– proclame esta Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, con la que Colombia no solo se siente identificada sino absolutamente comprometida.
Todos tenemos que aportar; todos tenemos que actuar y transformar profundamente nuestros países, y Colombia hoy alza la mano y dice “presente” a este llamado por un porvenir mejor y más humano.
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Fuente: Presidencia de la República de Colombia
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