Después de cuatro días de silencio el mandatario colombiano expuso sus razones tras el no suscribir aún el acuerdo final de paz para el país.
(Por Telesur)
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, exigió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP) fijar una fecha definitiva precisa y clara para concretar el desarme de sus tropas.
«El Gobierno exige que la insugencia abandone las armas para poder hacer política y circular por todo el territorio nacional», manifestó el mandatario.
Santos advirtió que «Por ningún motivo esa fecha puede quedar abierta».
Datos claves de postergación del acuerdo de paz:
- Las Farc tienen que dejar las armas para hacer política.
- Definición de una fecha precisa para terminar el proceso de desarme.
- Gobierno no puede permitir la desprotección de los civiles en las Zonas de Ubicación Temporal (ZUT).
La firma del acuerdo de paz estaba prevista para el pasado miércoles 23, pero se postergó por «diferencias importantes sobre temas de fondo», según palabras del jefe negociador del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle.
Las FARC-EP indicaron que no se pudo completar el proceso porque «las exigencias lógicas de una prolongada y compleja guerra como la que ha padecido Colombia así lo determinaron».
La falta de una fecha para terminar el desarme fue uno de los tres puntos que mencionó Santos para explicar las razones por las cuales no se selló la paz el pasado miércoles 23 de marzo, fecha límite fijada por el presidente y el líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez («Timochenko») en el histórico encuentro de septiembre en La Habana, tras cinco décadas de conflicto.
“El Gobierno no puede permitir que ningún colombiano, en cualquier zona que se acuerde para la dejación de armas, quede desprotegido como ocurrió en El Caguán. Los colombianos no aceptan, ni su Gobierno tampoco, un acuerdo que signifique algo diferente”, dijo Santos.
Entre los compromisos suscritos el pasado 23 de septiembre entre Santos y ‘Timochenko’ estaba que el proceso de desarme iniciaría 60 días después de firmado el acuerdo final.
En Contexto
Durante el pasado 23 de marzo de 2016 se esperaba la firma de la paz para el pueblo colombiano, luego del anuncio hecho hace seis meses por el presidente Santos de pactar un acuerdo con las FARC-EP en La Habana.
El 23 de septiembre de 2015, la mesa de negociaciones de La Habana firmó un acuerdo sobre justicia, uno de los temas más complejos del proceso de paz, que en ese entonces estaba próximo a cumplir tres años.
A principios de 2016 el líder de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, Iván Márquez y todos los voceros de del grupo insurgente vaticinaron que el 23 de marzo no se firmaría el acuerdo final y advirtieron a sus filas que si la paz no se firmaba en la fecha anunciada, los colombianos darían por entendido que las FARC-EP no estaban preparadas para poner fin a la guerra.
Los negociadores de paz de las FARC-EP aseguran que el alcance del acuerdo final se ha frenado por «decisiones unilaterales del Gobierno» en temas que deben ser objetos de discusión en La Habana, como por ejemplo, las zonas de concentración del grupo insurgente que fueron aprobadas solo por el Congreso, sin tomar la opinión de la organización.
Fuente: Telesur
Declaración del Presidente Juan Manuel Santos sobre el proceso de paz
«Tal como lo dije hace unos días: por cumplir con la fecha del 23 de marzo, NO iba a firmar un acuerdo con las FARC que no fuera un buen acuerdo para los colombianos.
Y hoy quiero explicar –claramente– cuáles fueron las razones por las cuales el Gobierno NO firmó.
PRIMERO: El Gobierno exige que las FARC tienen que haber dejado las armas y haber dado el paso hacia la legalidad, para poder hacer política y circular por el territorio nacional.
Como lo he dicho desde el primer día, el vínculo entre política y armas debe acabarse para siempre en Colombia.
SEGUNDO: El Gobierno exige una fecha fija, precisa y clara para que termine el proceso de desarme.
Por ningún motivo esa fecha puede quedar abierta.
TERCERO: El Gobierno no puede permitir que ningún colombiano –en cualquier zona que se acuerde para la dejación de armas– quede desprotegido, como ocurrió en el Caguán.
Los colombianos NO aceptan – ni su Gobierno tampoco- un acuerdo que signifique algo diferente.
Si queremos llegar a esa paz estable y duradera que hemos buscado durante tanto tiempo –y estamos cerca–, debemos seguir con el pulso firme, el rumbo fijo y obrando con total responsabilidad.
Insistiendo, perseverando, vamos a encontrar soluciones razonables a estos problemas, soluciones que les convengan a TODOS los colombianos.»
Fuente: Presidencia de Colombia
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