(Por Equipo de Obama In Havana)
Esta es la invasión de los símbolos, de los mensajes implícitos, de las alusiones, de los encantamientos de una política adiestrada en el arte de la comunicación para seducir. Llegó el momento de probarnos a nosotros mismos que las lecciones culturales e históricas recibidas por medio siglo para adiestrar nuestra inteligencia natural, pueden servirnos para descifrar los rejuegos de la alta política.
El presidente norteamericano, hace poco, hizo su tercera jugada de la semana*: habló por teléfono con Pánfilo, el personaje más popular del humor actual en Cuba. La conversación, como era de suponer, revela el grado de cuidado con que los asesores de Barack Obama estudiaron las maneras de incidir en el pueblo cubano.
“Vivir del cuento” es el programa más popular de la Televisión Nacional. Pocas personas se pierden las emisiones semanales que, por cierto, suelen ser disfrutadas en familia. El guion incluye otros personajes: está Chequera, que vive del invento; Facundo, el cederista; Cachita, la cuentapropista, y Ruperto, que cayó en coma hace 28 años, cuando Cuba sostenía todavía relaciones con la Rusia Soviética.
Pero Pánfilo es, por mucho, el más querido de los personajes. Nótese que no decimos interesante, porque historias como la de Ruperto podrían sobrepasarlo… sino querido. Y es, también, la encarnación humorística de la generación que en 1959 celebró el triunfo de la Revolución en plena juventud. Cuando se le ve en pantalla, entre resabios y reflexiones, nos recuerda la imagen que tenemos los cubanos de nosotros mismos, de nuestros padres, de nuestros abuelos, y de paso se piensa en los más jóvenes del país, encarnados en el actor irreverente que todos los lunes trae a Pánfilo hasta nuestros hogares: Luis Silva.
En algún momento el propio Silva, dijo a la prensa:
“La acogida de Pánfilo ha sido inesperada, siempre digo que la hice con un poco de miedo, de que se pudiera malinterpretar, como una burla a alguien de nuestras familias. Pero no se ha sido así, todo lo contrario. Pánfilo es, cada vez más, ese señor cubano de temas cotidianos, de la libreta, de la chequera, el pan, de la calle, de ir caminando, de saludar al vecino. La gente me agradece por este personaje y por ahora eso es lo más importante, no he tenido ningún contratiempo, solo el problema del maquillaje. Hago otras cosas que no tienen nada que ver con él y son aceptadas igualmente. Pero como personaje de humor creo que no habrá muchos como él en mi vida.”
Todo eso, apuesto, es lo que interesa al Presidente de Estados Unidos: que sintamos que hablándole a Pánfilo, nos habla a nosotros y nosotras… y que lo escuchamos… con nuestra mejor sonrisa.
En la rueda de prensa que sostuvo el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, respondió a Cubadebate a propósito de una pregunta sobre el rumor de que Barack Obama participaría en algún programa humorístico:
“Conozco, por experiencia propia, que muchos ciudadanos estadounidenses se informan sobre la realidad política en su país y en el mundo a través de programas de humor político, de comedia política. Francamente no lo sé; pero estoy seguro de que hay humoristas cubanos, de excelente calidad, que estarían interesados en interactuar con el Presidente de Estados Unidos. Conozco, he visto ya excelentes programas que tratan, con fino humor y sentido político, el estado y la evolución de las relaciones bilaterales, y he oído excelentes chistes sobre las relaciones entre Josefina y la señora Roberta Jacobson; pero no lo sé, habrá que preguntarle a la delegación estadounidense, o esperar a que ocurra para, de ocurrir, reírnos todos juntos”.
Y he aquí que ya pasó. Saquen ustedes ahora sus propias conclusiones.
*La primera fue el anuncio de un nuevo paquete de medidas que flexibilizan las restricciones del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba; y la segunda fue la carta que envió a una cubana de 75 años, quien se convirtió en la primera persona en recibir un mensaje a través de correo postal directo entre Cuba y Estados Unidos restablecido por la administración Obama.
Fuente: Lente de aumento
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