Quito, 22 mar (Andes).- Desde la isla francesa de Reunión, donde ofrece cátedra y sigue a la Revolución cubana, el doctor Salim Lamrani, experto en estudios iberoamericanos, asegura que Cuba no tiene ningún gesto que hacer frente a Estados Unidos en este proceso de normalización de sus relaciones bilaterales, interrumpidas por 54 años, y que ahora reimpulsan con la visita a la isla del presidente Barack Obama, la primera en casi 90 años.
“Cuba no tiene ningún gesto que hacer porque en definitiva conviene recordar su unilateralidad, se trata de un conflicto asimétrico, la agresión es unilateral en este diferendo histórico”, aseguró en entrevista con la agencia Andes.
Andes: ¿Qué podemos avizorar que puede significar esta visita de Obama a La Habana?
Salim Lamrani (SL): La visita de Barack Obama a Cuba es importante porque está inscrita en este proceso de diálogo binacional que empezó el 17 de diciembre de 2014 y mediante este viaje el presidente Obama expresa de modo formal el reconocimiento a la República de Cuba, a la Revolución cubana y obviamente al gobierno de Raúl Castro; también ratifica su voluntad de solucionar el histórico diferendo entre ambos países mediante el diálogo y el intercambio cordial.
Andes: ¿Es el bloqueo un obstáculo al desarrollo de Cuba o un obstáculo al desarrollo de las relaciones normales con Estados Unidos, o ambas inclusive?
SL: Yo diría que las sanciones económicas que impone Estados Unidos a Cuba desde hace más de medio siglo, desde 1960, constituye el principal obstáculo al desarrollo de la sociedad cubana. Afecta a todos los sectores y sobre todo a las categorías más vulnerables de la población cubana.
Conviene recordar que suscita el rechazo unánime de la comunidad internacional ya que Estados más fieles aliados de Estados Unidos en el continente y en el resto del mundo exigen el levantamiento de este estado de sitio que afecta a la población cubana.
El pasado octubre de 2015, por el año número 24 consecutivo, las naciones del mundo, 191 países, votaron en contra de las sanciones contra Cuba, o sea que estas sanciones que constituyen el obstáculo al desarrollo del país, también constituyen un obstáculo fundamental a la normalización de las relaciones bilaterales. Es imposible poder hablar de relaciones normales si no se levantan estas sanciones.
Andes: Cuba ha dicho que está dispuesta a normalizar sus relaciones con Washington y de hecho se ha instalado una mesa de negociaciones que evalúa en qué sectores se puede ir avanzando; usted ha escrito que la hostilidad es unilateral, de parte de Estados Unidos, que ha anunciado varias medidas en esa dirección. ¿Qué gestos pudiéramos esperar de Cuba en este acercamiento?
SL: Cuba no tiene ningún gesto que hacer porque en definitiva conviene recordar su unilateralidad (de la hostilidad), se trata de un conflicto asimétrico, la agresión es unilateral; en este diferendo histórico hay un agresor que es Estados Unidos que aplica una política hostil contra la población cubana, y de otro lado hay una víctima: Cuba, su pueblo que sufre de esa situación, porque Cuba no exige un cambio régimen en Estados Unidos. Estados Unidos exige un cambio de régimen en Cuba; Cuba no financia una oposición interna en Estados Unidos. Estados Unidos dedica cada año 20 millones de dólares para subvertir el orden establecido; Cuba no ocupa una parte del territorio de Estados Unidos contra la voluntad del pueblo de Estados Unidos, que ocupa de modo ilegal e ilegítimo la Base Naval de Guantánamo; Cuba no financia programas televisivos y radiales para incitar a la población norteamericana a que exija la salud gratuita, la educación gratuita, el acceso a la cultura para todos; sin embargo, Estados Unidos, mediante programas de radio y TV Martí, financian programas subversivos que son ilegales según el derecho internacional.
Ahora, si Estados Unidos pretende exigir un cambio del sistema político y del modelo social en Cuba, creo que comete un error porque el modelo social y el sistema político en Cuba son competencias exclusivas del pueblo soberano de Cuba, y un principio fundamental del derecho internacional estipula que las relaciones entre países deben basarse en la no injerencia en los asuntos internos de Cuba. Si Estados Unidos quiere hablar de derechos humanos en Cuba, creo que el gobierno cubano y las autoridades cubanas han expresado su disposición a hablar de ese tema con tal de que se haga a partir de un principio de reciprocidad; si Estados Unidos quiere hablar de derechos humanos en Cuba, Estados Unidos también responder a preocupaciones de Cuba sobre la situación de los derechos humanos en Estados Unidos.
Andes: ¿No será Cuba una ficha en la estrategia de Estados Unidos en América Latina, ya que por un lado tiende una mano a Estados Unidos y por otro se enfrenta con Venezuela?
SL: Ese es el gran debate: saber si la nueva política de Washington es una estrategia distinta, un cambio esta o si se trata de una modificación de orden táctico, o sea, cuál es el objetivo de Estados Unidos; Estados Unidos acepta por fin que Cuba es un país soberano, e independiente y que su política de extrema brutalidad que ha ido aplicando hace más de 50 años constituyó un error y hay que cambiarla porque no es una política moral y políticamente correcta, o sea se trata meramente de un cambio táctico para poder mediante la seducción, el lenguaje cordial, la penetración económica, conseguir con la zanahoria lo que no se pudo con el garrote.
Si escuchamos las declaraciones de Barak Obama y de las autoridades, nos damos cuenta que se trata de un cambio táctico, porque Barack Obama dijo que no había renunciado a los objetivos de la política exterior hacia Cuba. También lo vemos porque resulta incoherente extender, aceptar mejor dicho, la mano tendida de Cuba desde 1959 porque es una realidad que hay que enfatizar: Cuba siempre ha expresado su disposición a establecer relaciones cordiales y pacíficas con el vecino del norte, con tal que se respeten tres principios: la igualdad soberana, la reciprocidad y la no injerencia en los asuntos internos. Fidel Castro, Raúl Castro han expresado reiteradas veces su disposición a normalizar las relaciones con Estados Unidos.
Obama aceptó el 17 de diciembre la mano extendida por Cuba y elaboró una nueva política, pero esta nueva política del diálogo, de acercamiento es contradictoria con la política sumamente agresiva contra un país como Venezuela, pues por segundo año Barack Obama declaró que Venezuela representa una amena extraordinaria para la seguridad nacional de Estados Unidos; Venezuela, un país que nunca ha agredido a Estados Unidos en su historia, que siempre ha expresado su disposición a negociar los diferendos con Estados Unidos con tal que se respete la soberanía del país, o sea que el modelo social en Venezuela, el sistema político, no son competencias de la Casa Blanca, sino del pueblo venezolano, y es contradictorio ver como Estados Unidos acepta la realidad de una política fracasada para con Cuba y aplica esta misma política con Venezuela; ellos nos lleva a pensar que se trata de un cambio táctico con Cuba y no de un cambio estratégico.
Vemos que se multiplican los ataques procedentes del Norte contra todos los gobiernos progresistas de la región, socavando la soberanía de esos países, negando, rechazando la voluntad de sus pueblos que han llevado al poder a gobiernos preocupados por el bienestar general, y que quieren emprender una nueva política a la que preconiza el Fondo Monetario Internacional.
Andes: ¿Por qué estos ataques a los gobiernos progresistas?
SL: Yo creo que Estados Unidos se da cuenta de que hay una nueva América Latina progresista que ha llevado al poder a gobiernos que han establecido un proceso de emancipación y de inclusión de las categorías más vulnerables de la sociedad, porque antes de la llegada -y empezamos con el inicio de este proceso emancipador con la llegada de Hugo Chávez en Venezuela, en 1999- ello fue el inicio pero fue un inicio de la América Latina que siempre se apoyó en el ejemplo de Cuba, porque eso hay que enfatizarlo; muchas veces se subestima la importancia de la existencia de la Revolución cubana (…).
Hugo Chávez en Venezuela, y ahora Nicolás Maduro, han realizado una revolución social y económica que ha sacado a millones de ciudadanos de la pobreza y les ha devuelto la dignidad, antes eran ignorados, eran condenados a la indiferencia y llegó al poder un líder en Venezuela, pero también en Ecuador con (Rafael) Correa; en Bolivia con Evo Morales; (Luiz Inácio) Lula (Da Silva) en Brasil, muy importante, hay un ataque muy fuerte contra Lula porque simboliza la voz de los de abajo y la derecha nunca ha aceptado que los que antes no tenían voz ni voto ahora son protagonistas de los procesos de desarrollo nacional. Ese es el gran temor de la derecha apoyada por Estados Unidos, que las masas, que los pueblos se apoderen ellos mismos de su destino, como lo hizo Cuba y por eso no hay que subestimar la fuerza de la agresión contra todos esos gobiernos. Va a seguir, lo vemos ahora en Brasil, vimos una derrota electoral en Argentina con (Mauricio) Macri, el pueblo que creyó en el discurso y en las promesas electorales de Macri y cuando llegó al poder aplicó las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
También en Venezuela hay que sacar las lecciones de la victoria en las legislativas de la derecha, hay que sacar las lecciones de todo esto no hay, ni subestimar ni el impacto de la economía mundial, conviene recordar que el 50 % de los ingresos de Venezuela vienen del petróleo.
Fuente: Agencia Andes
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