Venezuela está en el epicentro de una guerra mundial por el petróleo

La Organización de Países Exportadores de petróleo (Opep), ha publicado una serie de estudios donde se observa que las reservas petroleras están disminuyendo. Nuestro país cuenta con las mayores reservas probadas del planeta y por ese motivo se encuentra en la mira de los intereses transnacionales

(Por Correo del Orinoco)

El economista y experto petrolero Fernando Travieso, denunció que existe en este momento un conflicto internacional por el control de las reservas de petróleo en el mundo y Venezuela se encuentra en el epicentro del mismo, por ser el país con mayores reservas probadas y además ser el único en donde se han incrementado las mismas en los últimos años.

“La Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), ha publicado una serie de estudios donde se observa que las reservas petroleras están disminuyendo incluso dentro de los mismos países que la integran; esto es porque en la actualidad por cada 15 barriles que se producen, sólo se restablece uno. No se están encontrando más yacimientos”, explicó Travieso.

En este caso, Venezuela sería una excepción porque en la última década. “Aquí hemos encontrado y certificado la reserva de petróleo más grande del planeta. Eso nos ubica en el centro de esa confrontación por apoderarse de los hidrocarburos”, indicó.

Travieso aclara que estudios científicos han demostrado que aún el petróleo no tiene sustituto como combustible . “La capacidad instalada de producción industrial en el mundo, sólo puede funcionar con petróleo. Desarrollar una fuente alternativa traería más pobreza, tal y como lo demuestra un indicador conocido como tasa de retorno energético. Por ello la urgencia de manejar las reservas, eso es lo más importante ahora”, resaltó el experto.

Las transnacionales del petróleo requieren con urgencia tener nuevas reservas para mantener y proyectar su valor financiero. “Con una política soberana como la que implantó aquí el Comandante Chávez y ha continuado el presidente Nicolás Maduro, no pueden hacerlo. Las corporaciones necesitan privatizar las empresas estatales de hidrocarburos para manejarlas a su antojo. Esa es la gran disonancia que tiene nuestro gobierno con el imperialismo estadounidense. De allí los planes desestabilizadores que cuentan con el respaldo de la derecha nacional e internacional”, destacó.

“La estrategia trasnacional está dirigida a quebrar países como Venezuela y Rusia, con grandes reservorios de crudo, puesto que Arabia Saudita, por ejemplo, ya está alineada con los intereses imperialistas. Ya se están dando los primeros pasos para vender cerca de 49% de las acciones de Saudí Aramco, la petrolera estatal de ese país, en la bolsa de valores”, prosiguió.

Y es que no le conviene al lobby petrolero transnacional, que una nación tenga pleno control sobre la producción y las reservas de hidrocarburos, y lo utilice en inversión social y en planes de desarrollo, como es el caso venezolano a través de Pdvsa.

Dentro de esta conspiración, en la actualidad, a las compañías no les importa incluso producir a pérdidas; el objetivo es mantener bajos los precios del barril del petróleo pues la ganancia es a futuro. “Se proyecta que hasta el 2020, EEUU tendrá capacidad para producir esquisto y mantener en picada los precios. De allí la importancia de la próxima reunión en Doha el próximo 17 de abril para afianzar la estabilización del mercado y la importancia de los logros que se han alcanzado con la propuesta impulsada por Venezuela de congelar la producción a los niveles de enero”, explicó Travieso.

Para el experto, el repunte de los precios del barril en las últimas semanas, es un éxito de la política petrolera del presidente Maduro y de la diplomacia bolivariana.

“El interés de mantener bajos los precios del petróleo es evidentemente geopolítico. La explotación petrolera es un negocio poco rentable en los actuales momentos y el ataque es contra las empresas petroleras estatales. Se busca crear condiciones que permitan a las transnacionales hacerse del control de las reservas petroleras, por la vía de la privatización. Entonces no necesitan gobiernos nacionalistas y patriotas que defiendan su soberanía sobre los recursos energéticos”, prosigue el analista.

El mejor aliado

Por tanto, considerando la explicación de Travieso, las transnacionales petroleras tienen en Barcak Obama, el mejor de sus aliados. La guerra inoculada en el Medio Oriente, que ha provocado la muerte de millones de personas inocentes y el desplazamiento de cientos de miles, es control de los recursos energéticos del planeta.

Utilizando como fachada al Estado Islámico (EI), se destruyen e invaden naciones para obtener petróleo. No en vano la consigna del movimiento antibelicista internacional es “no más sangre por petróleo”.

El pacto petrolero entre EEUU y Arabia Saudita, se sirve del contrabando de crudo que controla el EI y que alimenta el desajuste de los precios en el mercado internacional. El objetivo es claro: aplastar las economías cuyos gobiernos son hostiles a los intereses de la Casa Blanca e imposibilitar el surgimiento de un nuevo mapa geopolítico mundial contrahegemónico. Esta guerra está concebida para varias generaciones y apunta a futuro hacia Irán, Rusia y China, potenciales enemigos de la brutal expansión imperialista estadounidense.

El Decreto Obama forma parte de esa estrategia desestabilizadora que persigue arrebatarle al pueblo venezolano su soberanía sobre los recursos petroleros del país.

Para no olvidar

En octubre de 2011, la entonces Secretaria de Estado de EEUU Hillary Clinton, visitó Libia y exclamó una frase que quedó registrada como prueba de la responsabilidad de su gobierno en la guerra en ese país. “¡Llegamos, vimos, murió!”, dijo una frenética Hillary tras conocer el linchamiento en manos de hordas mercenarias del legítimo presidente de esa nación, Muamar Gadafi.

Tras filtrarse los correos electrónicos enviados en ese momento, de la ahora aspirante a la presidencia de EEUU, pudo conocerse que Clinton conocía y actuó en complicidad con la agenda oculta que tenían naciones de la OTAN, entre ellas Francia, para liderar el bombardeo contra Libia.

No era la libertad y la democracia. En la correspondencia “privada” que salió a la luz pública, se pudo conocer que el expresidente francés Nicolás Sarkozy tuvo como principal motivo para intervenir militarmente en Libia, la búsqueda de acceso a las reservas de petróleo de ese país, así como evitar los planes de unificación monetaria en la región propuestos por Gadafi que podía resultar en una mayor soberanía de estos países ante las políticas económicas impuestas por las potencias occidentales.

El petróleo de Libia y sus propuestas financieras antihegemónicas, se convirtieron en el motivo de las batallas.

“No les importa para nada la vida”

En 2011, el Comandante Chávez alertó al mundo del plan que el imperio norteamericano había puesto en marcha para adueñarse del petróleo libio.

“Ellos quieren el petróleo de Libia, no les importa para nada la vida, ¿cuándo les importó a ellos la vida de los pueblos si siguen bombardeando a Irán y a Afganistán?”. Han matado no sólo con sus bombas sino de hambre y miseria a millones de seres humanos, al imperio yanqui le importa nada la vida de nadie en este planeta”, señaló el Comandante Chávez.

Para entonces, el Comandante Chávez convocó a una reunión con los cancilleres de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), para evaluar una propuesta a fin de evitar el genocidio en Libia.

En ese momento, el líder de la Revolución Bolivariana advirtió proféticamente a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), aliados militares de EEUU, que una eventual invasión a Libia traerían consecuencias incalculables que sobrepasarían las fronteras del mundo árabe y alcanzarían a Europa. Lo que se vive hoy en ese continente, con el auge del terrorismo político, es consecuencia directa de la guerra imperialista por petróleo desatada en África y en el Medio Oriente.

Oportunamente, el Comandante Chávez llamó a los líderes del mundo a detener la “locura guerrerista en el Medio Oriente”. Como se sabe, la arrogancia de las potencias obvió la propuesta de la ALBA para una solución pacífica en Libia. Miles de inocentes pagan hoy con sus vidas el recrudecimiento de la guerra civil en el Cuerno de África y la extensión del terrorismo a Europa.

En la actualidad, tal y como señaló Travieso, Venezuela se encuentra en medio de una conspiración que tiene por objetivo apoderarse de nuestras reservas petroleras. Las intenciones son las mismas, pero las condiciones son distintas.

“Cuando se produjeron las guerras por petróleo en Irak y en Libia, no estaba la participación de la Federación Rusa. Vemos lo que está sucediendo en Siria con la incorporación de Rusia en el conflicto. No estamos en un mundo hegemónico. También vemos que Rusia defenderá sus intereses. El escenario actual sin dudas no es el mismo”, destacó Travieso.

Los atentados que se están produciendo en Europa, son perpetrados por grupos terroristas que fueron creados por las potencias imperialistas para derrocar gobiernos legítimos en Libia y en Siria, a fin de provocar conflictos que culminaron en intervenciones extranjeras. “Detrás de esos grupos también está el interés de las transnacionales por quedarse con las reservas de petróleo. En la actualidad el control de las reservas es la principal causa de todos los conflictos en el mundo”, concluyó Travieso.

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Fuente: Correo del Orinoco


 

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