(Por Ricardo Robledo*)
Los burgueses en todo el mundo no han sido capaces de aceptar los resultados de su propia argumentación democrática. Los gobernantes de izquierda, así elegidos, han sido perseguidos, desprestigiados, enjuiciados, destituidos, asesinados, les bloquean sus programas. El ataque mediático es permanente y tenaz.
En política no se suma como en las matemáticas. Muchas veces el que gana pierde. Es decir cree ganar; sobre todo cuando el triunfo se logra a partir de la fuerza o del engaño; pues, llega el momento en que la población supera su estado de postración y confusión; entonces, actúa, haciendo avanzar a la historia como nunca, de un día para otro.
En América Latina, la izquierda ha sido demasiado benévola con la oligarquía, ha aprovechado los resquicios de la democracia burguesa y le ha respetado sus instituciones tratando de rescatar el contenido liberal que pregona desde sus argumentos fundacionales.
Pero los dueños del capital mundial y del orden económico, se dieron cuenta que sus discursos y estamentos democráticos dejaban grietas por donde han entrado propuestas de gobierno que quieren aplicar realmente las bases de los contratos sociales que enuncia el liberalismo: la libertad, la fraternidad y la igualdad.
Los burgueses en todo el mundo no han sido capaces de aceptar los resultados de su propia argumentación democrática. Los gobernantes de izquierda, así elegidos, han sido perseguidos, desprestigiados, enjuiciados, destituidos, asesinados, les bloquean sus programas. El ataque mediático es permanente y tenaz.
Ahora se aumenta la presión sobre Dilma Roussef, en un juicio en el que 100 de los 367 diputados votantes en contra, están investigados por corrupción. Llama también la atención aquellos que hablan con dios y votan en su nombre. Se invoca lo sobrenatural para enjuiciar sin bases a una presidente que no ha cometido delito alguno ante la ley de su país; ningún otro delito que no sea luchar contra el neoliberalismo y sus consecuencias sobre el empobrecimiento de la población.
Las burguesías no aceptan las derrotas y desconocen los resultados en los que han perdido en franca y honesta lid el debate electoral; de esta forma deslegitiman sus instituciones y discursos democráticos y se vuelven ilegales a ojos vistos en el plano nacional, regional e internacional. Señores periodistas latinoamericanos ¿Qué es lo que está en crisis? ¿La izquierda o el sistema capitalista? En Venezuela, ahora quieren la amnistía para los implicados en acciones violentas contra la sociedad y la institucionalidad y que continúan las acciones de bloqueo a los planes del gobierno popular.
Ha sido tan bondadosa la actitud de la izquierda que convoca a la población a defender la democracia; o sea, a defender la misma democracia burguesa de los ataques de la burguesía.
Que recuerde los burgueses que son una minoría en toda parte del mundo y que tratando de proteger intereses inmediatos pueden despertar al pueblo latinoamericano, que entenderá que tiene que ser más contundente e instalar su propia institucionalidad para dar nacimiento autónomo a una nueva sociedad, en la que las personas se reconozcan como iguales y en la que se establezcan relaciones de respeto entre ellas.
Fuente: NA-24 Noticias Nuestra América
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