Esta semana se dio la esperada formalización de la mesa de negociación de paz del Gobierno Nacional con la guerrilla del Eln, cuyo comandante Pablo Beltrán explica la importancia del hecho.
(Por Víctor de Currea-Lugo * / El Espectador)
¿A quién representa el Eln?
A mucha gente que no es escuchada, ni para muchos siquiera existe en Colombia.
¿Por qué esta vez se decidieron por la paz y antes no?
El V Congreso del Eln nos dio mandato para explorar a ver si hay condiciones en la legalidad para la lucha por el poder, como se preguntaba Camilo Torres.
¿Qué cambio vieron para decidirse por la paz?
Un clamor social por la paz, eso hay que respetarlo.
¿Y el tema del secuestro?
Ese tema está sobre la mesa. La delegación del Gobierno ha colocado mucho empeño que eso se toque. Estamos en disposición de hacer dinámicas humanitarias; eso lo colocamos nosotros, no el Gobierno.
¿Ustedes sí escuchan a la sociedad o están en el monte aislados comiendo micos?
Hay un lema eleno que dice: “Siempre junto al pueblo” y eso nos ha permitido ser guerrilla y crecer.
¿Cuáles son las líneas rojas que el Eln no negociaría?
No nos hemos puesto a pensar sobre eso, el Gobierno tiene como 4 o 5, cada nada se inventa una, nosotros no funcionamos así. Hay cosas que no se deben transigir: si debo exculpar al Gobierno (sobre la guerra sucia) para que me premien con algo parecido, prefiero no aceptarlo.
O sea, ¿ustedes no se van a regalar impunidades con el Gobierno?
Los compañeros en La Habana han dicho que no estamos para un trueque de impunidades.
Tantos países para dialogar… eso parece un plan de turismo.
El que se inventó que el diálogo era por fuera de Colombia fue el Gobierno, eso no se lo inventó el Eln, y el que fue buscando en qué sitios trabajar fue la misma dinámica de la mesa exploratoria.
¿Cuánto tiempo calculan? 50 años como el conflicto, 25 como el proceso previo, 3 como las Farc en Cuba…
No somos muy amigos de fechas. En el comienzo del acuerdo dice que vamos a trabajar con celeridad y con rigurosidad, adivine quién colocó cada adjetivo…
¿Cómo ven las muertes políticas de las últimas semanas?
Eso niega el presupuesto básico de lo que queremos discutir: sacar la violencia de la lucha política. Los muertos son dirigentes sociales, políticos de izquierda. El régimen sigue en lo mismo, todo el que se le opone, se muere.
¿Por qué se trancó este proceso en los últimos meses?
Había diferencias grandes; algunas irán saliendo en su momento. Pero hubo pulsos “extra-mesa” que impactaron. Estaba pendiente el rumbo que podía tomar Venezuela después de las elecciones (de diciembre pasado).
¿Es verdad que en una de las rondas se intentó imponer un acta de que el Eln se plegara al proceso de La Habana?
Más que un acta son presiones internas que ha habido y siempre las hemos rechazado.
¿Cuándo el Eln hablará claro? Dan ganas de escribir un diccionario Eln-Español.
Hay cosas en las que nos sobra la franqueza, otras cosas que por prudencia no es bueno trasladar a los micrófonos. Si no, caemos en el estilo de la Fiscalía: primero se enteran los medios que los implicados.
¿Cuál es el mensaje a las plataformas de la sociedad que claman por la paz, como Clamor Social, el Frente Amplio por la Paz, la Mesa Social, la Paz Completa?
Que llegó la hora de la participación. Que los que están organizados y muy activos participando se dispongan a plantear un diseño de cómo ampliamos esa participación de la sociedad para luchar por la paz.
Al final del conflicto armado, ¿se va a pensionar o se va a candidatizar?
No me llama la atención. Un compañero me decía que soy el primero que no quiere ser presidente en Colombia.
Después del fin del conflicto armado, ¿a qué le va apostar el Eln?
El Eln tiene la tarea de impulsar todo lo que tiene que ver con la participación, la organización de la gente y la lucha por el cambio. Eso es lo que hemos venido haciendo, lo vamos a seguir haciendo.
¿Cómo está la relación con las Farc? Respóndame sin diplomacia… ¿están agarrados?
No estamos agarrados. A veces hay problemas en el terreno, porque aunque hay acuerdos de cese entre el Gobierno y las Farc, eso no ocurre con nosotros.
¿Arrancarían con un cese unilateral?
Nos gustaría desarrollar el diálogo en medio de un cese bilateral, pero el presidente (Santos) dijo que iba a seguir el diálogo en medio de la confrontación. Yo aprovecho para dejar constancia de que no estamos de acuerdo.
¿Cuántos Eln hay? ¿Uno que sigue a cada comandante?
Esos son fantasmas que se inventan. ¿Cuál de los dos campos que están en la mesa está más dividido? Eso lo demuestra la realidad. Hay una marcha convocada de la gente de derecha que no está de acuerdo con el proceso. Qué tal que ganen las elecciones de 2018.
¿Qué piensan de la paz territorial?
Nosotros nos llama más la atención trabajar con las comunidades, la defensa del territorio, el autogobierno, los bienes comunes, el tejido social de esas comunidades, esas son las prioridades.
¿Verdad que usted y Antonio se la pasaban peleando en la mesa?
No, porque el Congreso del Eln nos dio un mandato y a eso vamos a la mesa. Está pendiente todo el Eln de que cumplamos. Es un trabajo de equipo.
* PhD. Autor del libro “Y sin embargo, se mueve”, sobre la negociación Gobierno-Eln.
Fuente: El Espectador / Foto: Federico Parra (AFP)
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