(Por Ana Hernández)

Aunque la gente no creen mucho en esas cosas, yo digo que Fidel, además de su inteligencia enorme, tiene una ayuda espiritual que lo protege… así comentaba esta mañana mi octogenaria madre con la vecina, cuando llegó a mi casa a tomar el acostumbrado café de la mañana.

Y seguido le dice- anoche volví a ver en la televisión eso que pusieron de Girón, cuando él se baja del carro y empieza a caminar por las arenas, cuando ya los mercenarios estaban muy cerca y no lo cogió una bala de esos desgraciados.. ¡¡por suerte!!…. ¿Hay o no hay ayuda espiritual?, no y eso fue esa vez, pero y todas las veces que han querido matarlo….

Fidel ha sido mucho Fidel, y muchos creen que él no está trabajando, él sí está trabajando, y te voy a decir más, nunca dejará de trabajar hasta después de muerto, prosiguió la vieja en su conversación.

¡¡Como hubo muertos en Girón!!, y cuando ganaron, a los mercenarios los cambiamos por compota… y fíjate si son sinvergüenzas que venían con los aviones y los barcos como si fueran cubanos, yo estaba embarazada de mi primera hija, que nació muerta, sufrí mucho, porque tres de mis hermanos estaban en la guerra, ya ellos habían entrado con Fidel a La Habana cuando triunfó la Revolución, y si tenían que venir a Girón lo iban hacer…- concluyó su tema de conversación alejándose hacia sus quehaceres y quedó con lágrimas en los ojos mi vieja, como cada vez que rememora pasajes como esos de la historia de Cuba, y que muy bien los ha vivido y sentido.

Por eso un día como hoy, cuando mi patria celebra la primera Gran Derrota del imperialismo en América Latina, apuntes como estos no los puedo dejar escapar, no porque sea mi madre, si no porque cualquier cubano como ella, de su edad, o más o menos anciano puede describir como nadie, lo que vivió Cuba en los terribles días de la mercenaria invasión, fraguada y financiada desde Estados Unidos, como mismo financiaban a los bandidos y al resto de actos terroristas contra la Revolución, sus principales líderes y el pueblo cubano.

Mi madre siempre ha tenido su creencia entre la tierra y el “Más allá”, como dicen muchos, pero los cubanos y las cubanas, y el mundo saben que Fidel es Fidel, y si hoy hemos llegado hasta aquí ha sido por su certera e invariable estirpe de hombre de lucha, por su ejemplo, su fidelidad y lealtad de principios enarbolados de una generación a otra, a través de su ejemplo, que perdura y perdurará siempre.

Debo reiterar, una vez mi vieja me dijo: Yo quisiera morirme antes que Fidel se nos vaya…

Fuente: Guajirita soy