(Por Angélica Paredes López / Radio Rebelde)
La unidad, la sostenibilidad de la región y el compromiso con la paz son ejes que centrarán la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe, que del 2 al 4 de junio se realizará en La Habana.
En entrevista exclusiva a Radio Rebelde, concedida telefónicamente desde su oficina en Puerto España, Trinidad y Tobago, el Secretario General de la AEC, Embajador Alfonso Múnera, destacó la contribución de Cuba a la revitalización de la agrupación, los desafíos del Gran Caribe en el actual contexto regional y las expectativas ante la reunión de Jefes de Estado y de Gobierno que tendrá como escenario la capital cubana.
Embajador, ante la proximidad de la Cumbre que se realizará en La Habana, ¿cuáles son las expectativas y qué temas fundamentales serán discutidos en esta agenda común?
Ante todo, Cuba siempre ha sido un actor y un protagonista de primera importancia en la AEC. Ustedes sabrán que esta Asociación, cuando hizo su primera Asamblea General en 1995, tuvo el privilegio de tener aquí mismo en Trinidad y Tobago al Presidente Fidel Castro. De manera que desde su momento fundacional, Cuba le ha dado la mayor importancia a la Asociación y ha contribuido decisivamente a que los objetivos de la Asociación se cumplan.
Este año tuvimos la fortuna de que Cuba obtuviera la presidencia del Consejo de Ministros, máximo órgano de dirección de la AEC; y Cuba decidió, de común acuerdo con la Secretaría General, hacer esta Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, que va a tener lugar en pocos días en La Habana.
Para nosotros, esta Cumbre tiene varios ejes de enorme importancia. En primer lugar, es que venimos de un proceso de revitalización que ha sido muy exitoso, y esta Cumbre va a ayudar a consolidar la unidad de los pueblos caribeños para la cooperación en áreas estratégicas. De manera que de este espacio de La Habana, la Asociación saldrá más fortalecida, con lo cual saldrá más fortalecida la unidad de los pueblos.
La VII Cumbre se hace bajo el supuesto de fortalecer la unidad para el desarrollo sostenible del Caribe. Y entramos al segundo gran tema, ¿qué queremos hacer en esta Cumbre? Queremos fortalecer la cooperación para la sostenibilidad del Caribe.
Estamos enfrentando grandes desafíos en el Caribe, y uno de ellos tiene que ver con el cambio climático y su impacto negativo sobre los pueblos del Caribe. Un buen número de nuestros pueblos son islas pequeñas, de poblaciones igualmente pequeñas, que no cuentan con los recursos adecuados; pero incluso los grandes tampoco cuentan con los recursos necesarios para enfrentar eficazmente los impactos del cambio climático.
Se hace absolutamente imprescindible construir la unidad para enfrentar este problema central de la humanidad, por eso estamos hablando de la sostenibilidad del Caribe.
Creemos que entre todos podemos empezar a construir una estrategia, es lo que llamo construir un diálogo político, es decir, un diálogo entre los estados que permita avanzar en esa dirección. Creo que la VII Cumbre va a tener ahí uno de sus objetivos principales.
En nuestra agenda, el diálogo entre los Jefes de Estado se dirigirá también a la necesidad de fortalecer y de seguir proclamando el Gran Caribe como una zona de paz. Para los pueblos del Caribe poder trabajar en paz es una condición fundamental de su progreso.
Personalmente, como Secretario General, creo que el Caribe tiene ese gran desafío, y digo el Gran Caribe, donde incluyo Centroamérica, Colombia, Venezuela, México, y todas las islas; tienen que aprender a trabajar juntos, a construir propósitos comunes, porque va a ser la única forma en que el Caribe pueda encontrar las estrategias, los planes, los proyectos, los recursos, para protegerse y lograr su desarrollo ante las amenazas que hoy enfrenta.
Usted en otras oportunidades ha reiterado que no hay ninguna región en el mundo donde se hable tanto de una identidad y una cultura compartidas como en el Caribe. Sin embargo, parece ser que esta zona geográfica no es completamente visible en otras partes del mundo.
Usted ha hablado de los desafíos, del tema de la cooperación y de llevar al mismo tiempo la concertación política. Entonces, ¿cuánto podrá estar ayudando esta Cumbre de La Habana para enfrentar esos retos?
Esta VII Cumbre es de enorme importancia, porque es la primera Cumbre de las que hemos donde el gran tema es la unidad para la sostenibilidad del Caribe, aunque se ha tratado en otras Cumbres.
Tenemos un propósito fundamental y yo estoy seguro que todos los países estarán representados en esta Cumbre y me atrevería a asegurar que por lo menos el 80 por ciento, o todos los Jefes de Estados, van a estar aquí, en este diálogo.
De modo que lo que resulte de esta Cumbre va a ser un gran paso adelante en el proceso de unidad. Y es cierto, porque además en mi condición de historiador he escrito y he reflexionado mucho sobre el tema de nuestra identidad. Nosotros somos obsesivos con el tema de la identidad y eso es porque somos muy diversos al mismo tiempo.
Sabemos que hay algo que nos une, sabemos que está en la raíz misma de nuestra existencia eso que nos une, pero sabemos también que somos muy diversos. Esa siempre es la interesante contradicción que existe en la vida real de los pueblos del Caribe.
Es casi imposible encontrar que en una región tan pequeña existan tantas lenguas distintas, tantas expresiones raciales y combinaciones raciales distintas, tantos pueblos diversos que se han juntado por razones históricas que se remontan a la época de las dominaciones imperiales.
Hay una tremenda riqueza en la diversidad, pero también hay un anhelo y una gran pasión caribeña por encontrar eso que nos une y nos identifica. Yo siento que vamos avanzando en esa dirección, y siento que esta gran Cumbre va a ayudar muchísimo a que ese anhelo se traduzca en realidad, en estrategias, en planes, en proyectos, en desarrollos prácticos que ayuden a fortalecer esa unidad, y que nos ayude a conducirnos por el progreso, y por una vida más justa.
Embajador, la Asociación de Estados del Caribe llega a su VII Cumbre revitalizándose, pero son muchos los retos. Al principio de esta entrevista usted nos recordaba que Cuba es país fundador de la AEC desde 1994, allá en Cartagena de Indias, en su querida Colombia. Y Cuba durante todos estos años ha mostrado su compromiso con la agrupación, el desarrollo y la integración de la región. ¿Cómo usted valora el papel de Cuba, su contribución a la unidad de la región caribeña y sobre todo, este papel que juega ahora hasta el 2017, de llevar las riendas de la Asociación?
Cuba es uno de los actores fundamentales de la AEC y siempre ha tenido un gran entusiasmo. En estos cuatro años yo lo he percibido de manera directa, pero también en los años anteriores he visto esa participación permanente, esa capacidad de intervenir con sus aportes y cooperación en los asuntos del Caribe.
No tengo ninguna duda de que con este esfuerzo que Cuba hace por realizar esta Cumbre en La Habana y por darle todo este realce a la AEC, está haciendo una enorme contribución a nuestro desarrollo, está ayudándonos a todos a logar estos objetivos que tanto queremos lograr.
No mentiría ni exageraría, si dijera que Cuba ha sido históricamente una fuerza que ha movido la historia del Caribe. Y debo decirle al pueblo cubano que estoy profundamente agradecido por el apoyo, la colaboración permanente, los buenos consejos cuando ha sido necesario, que han hecho para mí como Secretario General, la estancia en la Asociación mucho más placentera y productiva. Eso lo he expresado en diversas ocasiones al Gobierno cubano y no está de más contarlo a ustedes también.
Hoy la región latinoamericana y caribeña vive una compleja situación. Los 25 países que integran la AEC también conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, que justamente en La Habana, en enero de 2014, proclamó a América Latina y el Caribe como Zona de Paz. En estos momentos tan difíciles para la región, ¿cuál es el compromiso del Caribe con la paz?
Yo estuve invitado a esa histórica Cumbre de la Celac que se celebró en La Habana, donde todos los países miembros estuvieron representados al más alto nivel, y donde se hizo la declaración de América Latina y el Caribe como zona de paz. Allí estuve como invitado especial del Gobierno de Cuba y pude ser testigo de ese gran evento.
Sin dudas, la zona del Caribe y América Latina hoy atraviesa situaciones complejas, difíciles, pero no tengo la más mínima duda de que las vamos a superar, que vamos a avanzar por el camino correcto.
Vamos a lograr lo que en mi opinión es históricamente inevitable, la unidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños en pos de su propio bienestar, de su progreso, por la justicia social, donde reine una mayor igualdad, donde los pueblos se merezcan, como se merecen, una vida mejor.
Hay que dejar que la historia avance. Como historiador estoy acostumbrado a ver la historia en su larga duración, de manera que eso me permite ser mucho más optimista que algunos amigos que se llenan de pesimismo ante las dificultades.
Vamos logrando esa unidad tan soñada, y creo que ese es un camino inevitable.
Fuente: Radio Rebelde
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