Argentina: Recesión y protesta significan crisis

(Por Martín Pablo Sosa / Nuestras voces)

Tarifazos, despidos, inflación, baja de los salarios, 1,4 millones de nuevos pobres y beneficios a bancos, mineras y el agro. El cóctel ya provocó un impensado frente opositor que a fuerza de la crisis económica gana las calles uniendo a trabajadores, pequeños empresarios y activistas sociales.

La conflictividad social comienza a ser un tema cada día más central para el gobierno. O al menos así debiera serlo. Los más de 150 mil despidos y más de 15 mil suspensiones desde diciembre a esta parte, que según la UCA ya generaron más de 1,4 millones de pobres, llevaron el conflicto a las calles, rutas, ministerios y empresas. El contexto económico empeora el panorama: el comercio minorista acumula cuatro meses de caída consecutivos, la construcción cayó 24,8% (y continúa en picada) y la actividad industrial se contrajo 1,8%. Además, los abruptos tarifazos ponen en riesgo a pequeños y medianos comerciantes que, de un mes a otro, tienen que afrontar el pago de facturas con aumentos que alcanzan el 300%, 500% o 700%. Y la población en general debe ajustar sus gastos debido a los tarifazos.

En observatorio de la Deuda Social de la UCA advirtió en su último informe que “los incrementos en los precios y las tarifas y la menor actividad interna está generando un aumento de la pobreza”. Es decir, la actividad se contrae y las medidas que toma el gobierno no hacen más que agravar el panorama. Y la transparencia prometida es una deuda en materia de cifras oficiales, ya que el INDEC está mudo.

La consultora Diagnóstico Político, registró en el mes de abril pasado más de 620 cortes en la vía pública a nivel nacional, de los cuales dos tercios –es decir 415-, fueron encabezados por trabajadores estatales, privados, desocupados o cesanteados.

El dato marca un récord, si es posible llamarlo así, para lo que va del año ya que por primera vez se perforó la barrera de 600 cortes en un mes. De esta forma, los 626 “piquetes” de abril representan un aumento del 5% respecto al mes anterior y consolidan la tendencia ascendente de enero en adelante. Tal como señala el último estudio realizado por Cifra, además hubo una caída del salario real superior al 12%.

Cuadro 2

Tal como señala el último estudio realizado por Cifra, los despidos y cortes se dan en un contexto de retracción de la actividad económica y de una caída del salario real superior al 12%.

Cuadro 3

Especular es prioritario

A fines de marzo de este año, Jorge Todesca, actual líder del INDEC, informó que la Argentina había registrado un crecimiento de 2,1% del PBI en 2015. Sin embargo, las expectativas no eran las mejores para el 2016 debido a la desaceleración china y al retroceso de Brasil, dos de los principales socios comerciales de nuestro país.

Al contrario de lo que se hizo en 2009, donde se adoptaron medidas contra-cíclicas para proteger al país del impacto de la crisis internacional, en la actualidad, el Presidente Macri y su equipo, decidieron adoptar medidas aperturistas, supuestamente para captar el interés de potenciales inversores extranjeros, algo no ocurrió. Para eso, devaluaron la moneda más de un 50% (lo que significa bajar el salario en dólares), abrieron la importación (reduciendo o anulando aranceles), eximieron de impuestos a sectores acaudalados (mediante la quita o reducción de retenciones a la minería y al agro), liberaron los precios y la salida de capitales, y endeudaron en dólares al país.

Pero eso no fue todo. Siguiendo al pie de la letra la receta ortodoxa, plantearon que para bajar la inflación hay que reducir el gasto público y enfriar el consumo. ¿Cómo lo hicieron? Frenaron la obra pública, redujeron las contrataciones estatales, bajaron el salario real y aumentaron las tasas de interés, mediante la emisión de deuda de corto plazo vía LEBAC (Letras del Banco Central). Esto genera una reducción del dinero circulante que por la alta rentabilidad se dirige a la compra de letras del banco central y a plazos fijos.

Pero había un desafío más: ¿cómo lograr que esos pesos que no van a consumo no se refugien en el dólar y vayan a LEBAC? A lo que el Banco Central parece haber respondido: “otorgando un porcentaje de ganancia sideral”. Así fue que en un comienzo el BCRA emitió letras que generaban una rentabilidad superior al 38% anual. Luego la bajaron a 37,5 y ahora a 36,7%. Del modo que sea, son márgenes elevados y, sobre todo, seguros ya que para obtenerlos no es necesario negociar con ningún sindicato ni estar pendiente de si repunta o no la economía.

Cuadro 4

Como señala el último informe de Cifra-CTA “la elevada renta financiera que ofrecen las Lebac en un escenario de estabilización cambiaria alimenta la especulación financiera y desvía a los propietarios de capital de la inversión productiva hacia la financiera”. Todo, financiado con dólares frescos, recién llegados del endeudamiento externo.

Quizás lo más llamativo de todo esto sea que pese a haber echado decenas de miles de trabajadores del sector estatal, haberle puesto un freno a la obra pública y haber quitado los subsidios al gas, la electricidad, el agua y el transporte público –que dispararon la inflación a casi 20 puntos porcentuales en sólo 4 meses-, el “ahorro” en términos de PBI ronda apenas el 0,3%.

Esto se debe a que, en paralelo, el Gobierno implementó exenciones impositivas sustanciales (agro y mineras) que redujeron drásticamente los ingresos fiscales que recauda el Estado. “Por quita de retenciones y por subsidio a petroleras, el déficit fiscal 2016 sería aún más grande que el heredado de 2015” señaló, hace algunos días, la diputada nacional por Proyecto Sur, Alcira Argumedo. En otras palabras, una enorme transferencia de ingresos desde los sectores medios y bajos, hacia las corporaciones y el campo.

El hecho pone en tensión un tema que desvela a economistas desde hace décadas: ¿el Estado se achicó o solamente redireccionó sus recursos? Por lo pronto, ambas opciones parecen ser correctas. El Estado dejó de percibir ciertos ingresos y todo indica que el próximo paso será intervenir menos en la economía (con la anunciada venta de acciones en manos del ANSES o la entrega de explotaciones de YPF a petroleras extranjeras), por lo que podría decirse que se achicó. Al mismo tiempo se aplicaron modificaciones que redujeron su apoyo o sostenimiento de ciertas actividades o servicios -como los subsidios a la energía, que funcionaban como ingreso indirecto. En paralelo se libraba de cargas impositivas a otros sectores concentrados (agro y mineras), pero no a los trabajadores.

Segundo Semestre

Próximos a cumplir los primeros seis meses de gestión, el segundo semestre se acerca y con él todas las promesas sobre reactivación, lluvia de inversiones y creación de puestos de trabajo. Los más de 6 mil millones de dólares que se fueron del país entre diciembre de 2015 y marzo de 2016 parecen dar muestras de que pese a haber respondido a todas sus demandas, “la confianza” de los inversores no estaría llegando a la Argentina más que para especular y remitir las ganancias al exterior.

Cuadro 5

Hoy, las dos CTA realizarán paro nacional y movilización conjunta “en respuesta al veto presidencial de la Ley Antidespidos, y contra el tarifazo y el ajuste que encabeza Mauricio Macri”. La medida de fuerza contará también con la participación de La Bancaria, gremio perteneciente a la CGT y sumará hasta a las PyMEs y los emprendedores sociales y culturales. Con su política económica, Macri está dando a luz apenas a un año de las elecciones legislativas a un nuevo frente opositor, al que se sumarán desde ya los partidos de izquierda, las organizaciones sociales y una parte del peronismo.

Fuente: Nuestras Voces / Foto: ES Fotografía


 

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