En Latinoamérica el 10% más rico posee el 71% de la fortuna, pero tributa solo el 5,4%

Según datos extraídos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) de 2015, América Latina sería la región más afectada por la evasión fiscal.

(Por Unidad de Investigación de El Telégrafo)

En las 2 últimas décadas, América Latina ha logrado incrementar sus recursos tributarios en proporción del producto interno bruto (PIB), siendo esto resultado de cambios y reformas legales que han incentivado el pago de impuestos. Sin embargo, los sistemas tributarios de la región todavía tienen obstáculos que superar ante “el elevado nivel de incumplimiento por parte de los contribuyentes nacionales y extranjeros”. En esto coinciden 3 estudios de organismos internacionales.

Luego de los escándalos sobre evasión fiscal a través de los paraísos fiscales, problemática evidenciada en las filtraciones denominadas “SwissLeaks” y los papeles de Panamá del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), la opinión pública exige transparencia y regulación.

Así lo considera el abogado David Meza, para quien se deberían reestructurar los regímenes fiscales preferentes para que “incentiven al pago de impuestos en el país de origen de la ganancia”, además de erradicar el sigilo tributario que, en algunos casos “hace que la gente abuse y que pueda ocultar dineros, en muchos casos, mal habidos”.

Una publicación conjunta entre la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe entre 1990 y 2014 indica que en 24 años la región creció en 7,1 puntos porcentuales del PIB, alcanzando el 21,7% frente a los 2,3 puntos porcentuales de los 34 estados miembros de la OCDE.

El estudio muestra que de los 22 países analizados, Bolivia y Argentina registraron mayores ingresos en esos años con 20,6 y 19, 8 puntos porcentuales, respectivamente. Les siguieron Ecuador, Colombia y Paraguay con 11 a 12 puntos porcentuales, mientras que la mayoría registró incrementos entre 3 y 8 puntos porcentuales. Por su parte, Jamaica y Venezuela solo incrementaron 1,2 y 0,1 puntos porcentuales cada uno (ver gráfico).

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impuestos

Sin embargo, ‒de acuerdo con el estudio Evasión y equidad en América Latina de la Cepal‒ “en sociedades tan desiguales como las latinoamericanas, no basta con la política redistributiva que pueda hacerse a partir del gasto público sino que resulta importante el rol que juegan los sistemas impositivos en pos de una mayor equidad en la distribución del ingreso”.

En este sentido “el elevado nivel de informalidad existente” y las “bases imponibles relativamente bajas” son factores que influyen en los ingresos tributarios. Como explica la publicación de la OCDE, el CIAT, la Cepal y el BID, las variantes pueden ser internas y externas; una de ellas sería las prácticas competitivas o agresivas de imposición entre los Estados: “La estructura impositiva también tiene un impacto importante en los niveles de recaudación, así como el poder de la administración tributaria, el nivel de corrupción y la moral tributaria”.

Los impuestos y su importancia

Para Meza, la afectación por la utilización de los paraísos fiscales y las empresas offshore recae en el erario fiscal, puesto que cuando el Estado no capta los impuestos que debe, su presupuesto general y el PIB son los afectados directos, “entonces la riqueza seguirá acumulándose en pocas personas que tienen la capacidad de crear este tipo de planificaciones fiscales internacionales y seguir acaparando sus riquezas para que la misma no sea repartida en forma de impuestos en obras, bienes, educación y salud”.

Esto coincide con el análisis de Evasión tributaria en América Latina: nuevos y antiguos desafíos en la cuantificación del fenómeno en los países de la región de la Cepal, que evidencia que el fenómeno de la evasión es parte de la historia de América Latina.

Los textos coinciden en que los impuestos permiten a los Estados asegurar su desarrollo económico, garantizando su capacidad de realizar las inversiones necesarias que garanticen su crecimiento. También permiten asegurar su autonomía política y construir naciones efectivas y transparentes.

Por ello, la mayoría de las economías en desarrollo —dice el estudio de la OCDE, el CIAT, la Cepal y el BID— reconoce que los ingresos tributarios representan recursos más estables y predecibles que los ingresos no tributarios, como los derivados del petróleo y las materias primas que suelen ser más volátiles.

Países en vías de desarrollo pierden más por evasión fiscal

En esa línea —según datos de la Cepal— la evasión de impuestos es una de las principales fuentes de inequidad de los sistemas tributarios ya que los evasores terminan pagando menos impuestos que aquellos contribuyentes con igual capacidad de pago, tomando en cuenta que las tasas de evasión en la imposición a la renta son muy elevadas en la región: un rango que va entre el 40% y el 65%, representando una brecha de 4,6% del PIB para el promedio de los países.

Los altos niveles de evasión atentan contra cualquier efecto redistributivo que tuvieran los impuestos sobre la renta, en la región: el 10% más acaudalado posee el 71% de la riqueza y tributa solo el 5,4%. En cuanto al traslado de beneficios corporativos a través de firmas offshore, datos extraídos de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo señalan que, sobre una muestra de 72 países, las pérdidas tributarias en las naciones consideradas en desarrollo alcanzaron los $ 90.000 millones con respecto a los $ 200.000 millones a escala global en 2012. (I)

Fuente: El Telégrafo


 

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