(Por Damy Vales / Prensa Latina)
Hiroshima, 1 jun (PL) El bombardeo atómico a la ciudad japonesa de Hiroshima fue un hecho criminal, innecesario y moralmente injustificable, dijo hoy aquí el primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
En visita oficial en esta nación hasta el próximo 3 de junio, el dirigente cubano recorrió el Museo de la Bomba Atómica, en esta urbe, junto al viceministro de Relaciones Exteriores Rogelio Sierra, el embajador de Cuba en Japón, Marcos Rodríguez-Costa, y el resto de la delegación que le acompaña.
Al escuchar las explicaciones, ver las fotos y las muestras de los restos de pertenencias de los fallecidos en ese evento brutal ocurrido el 6 de agosto de 1945 a las 8:15 hora local, Díaz Canel consideró que ese acontecimiento es una parte de la historia que la Humanidad nunca debe olvidar.
Expresó la firme determinación del gobierno cubano de seguir luchando por la paz y por lograr un mundo sin armas nucleares.
Como parte de la visita a la instalación, el primer vicepresidente fue recibido por Emiko Okada, una sobreviviente de 79 años de edad que sufrió en carne propia ese hecho perpetrado por el ejército estadounidense.
Con la voz entrecortada por los recuerdos, la señora, que sufrió graves lesiones y en la actualidad vive con secuelas en su cuerpo de aquella barbarie, relató como las personas no parecían seres humanos tras perder la piel y desfigurárseles los rostros por la explosión nuclear.
Rememoró la inmensa cantidad de niños que fallecieron ese día que aparentaba ser uno más en esa tranquila ciudad localizada sobre el delta del corto río Ota, en la región de Chugoku.
Todos los residentes gritaban socorro, había vísceras por todas partes, todos clamaban desesperadamente por agua, expuso.
El primer vicepresidente cubano abogó porque ningún pueblo tenga que pasar por lo que sufrió ese municipio al que catalogó de histórico por su resistencia y esfuerzo para rehacer su vida tras esa acción brutal.
A juicio del director del museo, Kenji Shiga, aun es incalculable la cifra de víctimas que dejó ese suceso que cada año aún contabiliza unos cinco mil muertos por consecuencias posteriores como cáncer de glándulas, leucemia, glaucoma, microcefalia, entre otros.
Al terminar el periplo por el centro histórico, Díaz-Canel rubricó un libro de condolencias dedicando su sentir a «un pueblo capaz de sobrevivir y reconstruir y dejar un legado de dignidad que la humanidad nunca debe olvidar».
Tambien ratificó la frase escrita en el mismo texto por el líder de la Revolución cubana Fidel Castro en 2013 cuando abogó porque «jamás vuelva a ocurrir semejante barbarie».
Díaz-Canel inició su visita oficial a Tokio ayer martes a fin de impulsar las relaciones comerciales y mantener el alto nivel de diálogo político con Japón.
Fuente: Prensa Latina
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