Carlos Medina es un artista plástico argentino comprometido en la lucha por la Patria Grande. Sus obras, de gran valor pictórico, nos hablan desde el mar del sur y nos convocan a celebrar la unidad de nuestros pueblos. En su prolífica carrera se destacan los homenajes a líderes latinoamericanos como el Che, Fidel y Chávez.
En diálogo con Cubanamera, nos relata pasajes de su vida y obra, su visión política y un panorama de la actualidad argentina y latinoamericana en estos momentos.
Una semblanza de vida
— Nací en Claraz, un pueblito al sudeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina, en el año 1956. En cuanto a formación académica en el arte no tengo ninguna. Debido a una situación familiar complicada en lo económico debí abandonar la escuela secundaria muy pronto y dedicarme a trabajar tempranamente. Trabajé en labores de agricultura siendo muy joven, más tarde realicé trabajos como operario textil, además de algunas otras ocupaciones eventuales. A los veinticinco años abandoné mi país al igual que tantos miles de compatriotas, junto a parte de mi familia, en circunstancias difíciles para la Argentina; eran los años de la dictadura cívico militar que asoló a nuestro pueblo. Regresé en el año 1989 junto a mi compañera y otros familiares, ya con dos hijos, un niño y una niña pequeños nacidos en España. Más tarde tuvimos dos hijos más que nacieron aquí, en Argentina, de nuevo un niño y una niña.
¿Cómo y cuándo empezó tu carrera artística?
— Desde muy chico me fascinaban todas las artes, principalmente la música y la pintura. Previo a los tiempos del exilio estudié música un par de años y concurrí un corto tiempo a la Peña de Artistas Plásticos de Mar del Plata, cuyo máximo referente era por aquellos años el maestro Italo Grassi. Allí tomé clases con la Maestra María Rosa Tola. Estando fuera del país cada tanto realizaba algún dibujo, pero no fue sino hasta mediados de los años noventa, en que participé en el taller de la artista plástica marplatense Alcira Alicia Agüero que asumí con mayor compromiso esto de la pintura. Con Alicia tomé clases hasta el año 2002 o 2003, no recuerdo exactamente. De manera que te puedo decir que fue a partir de ahí que comencé a pintar con el firme propósito de dedicarme a esta profesión que es tan hermosa para quienes la sentimos y amamos profundamente.
¿Presentaste exposiciones individuales, colectivas?
— He participado en algunas muestras colectivas y unas cuantas muestras individuales. No lo que se puede interpretar como obras colectivas en el sentido bien específico, pero sí he trabajado con mis hijos en algunas oportunidades (tengo dos hijos que también se dedican a pintar e ilustrar y dos hijas que estudian música pero, que además les gusta la plástica), tanto con los varones como con las chicas hemos realizado juntos algunos murales. No me considero de ninguna manera un muralista, pero cuando me han convocado a realizar alguna obra en una pared o en paneles de importante tamaño y la temática me ha interesado, he aceptado con entusiasmo.
¿De dónde viene tu compromiso con la Patria Grande?
— Aún tengo el vívido recuerdo de mi padre oyendo las emisiones de onda corta de Radio Habana, en una de aquellas viejas radios a lámparas, siendo yo apenas un niño allá por la década del sesenta. Mi viejo era un peronista crítico, hombre de izquierda, latinoamericanista y admirador de la Revolución Cubana y sus líderes… supongo que estas y otras experiencias fueron creando en mi conciencia una clara visión de la Patria Grande.
Fidel: un retrato con historia
— A mediados del año 2006 pinté ese retrato del comandante Fidel, me acuerdo que cuando lo estaba pintando se me cruzaba la peregrina idea de que me gustaría regalárselo… Bueno, el hecho es que el 16 de noviembre de ese mismo año S.A.L. (Solidaridad Antiimperialista Latinoamericana), organización política en la que yo militaba y que hoy ya no existe, organizó una actividad en solidaridad con los Cinco Héroes cubanos en el Centro Cultural América Libre de la ciudad de Mar del Plata. Los cinco compañeros llevaban ya más de ocho años prisioneros en cárceles de Estados Unidos y nuestra actividad estaba enmarcada en la Campaña Internacional convocada por la Asamblea del Poder Popular de la República de Cuba y el Comité Internacional por la Libertad de los Cinco.
En el evento estuvo presente el entonces Consejero de Prensa de la Embajada de Cuba en Argentina, compañero Orestes Hernández. Yo me percaté que el compañero observaba con sumo interés el cuadro y me hacía preguntas sobre el mismo, así que aproveché la situación y le pregunté si había alguna posibilidad de hacerle llegar la obra al Comandante, a lo que me respondió que él pensaba lo mismo y que estaba buscando la forma apropiada de proponérmelo.
Por aquellos días Fidel estaba atravesando una difícil situación de salud, fue muy fuerte para mí en esas tristes circunstancias poder realizar ese deseo. Poco tiempo después una funcionaria de la embajada me confirmó personalmente que la obra le había sido enviada al Comandante Fidel.
Homenaje a Hugo Chávez
¿En qué circunstancias pintaste el retrato de Chávez? ¿Dónde está ahora?
— El concurso estuvo organizado por la embajada de Venezuela en Argentina para el aniversario del nacimiento del Comandante Chávez en el año 2015, hacía ya más de dos años de su fallecimiento. Las obras seleccionadas, entre las cuales estaba la mía, estuvieron expuestas en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA). Todas las obras seleccionadas y la obra premiada pasaron a ser patrimonio de la embajada, así que supongo que estarán en la sede diplomática. Tengo de este cuadro el lindo recuerdo de que al cumplirse el segundo aniversario del fallecimiento del Comandante estuvo expuesto junto a la obra que después resultó ganadora del concurso, en un acto que se realizó en su homenaje en la sede de la Casa Patria Grande “Presidente Néstor C. Kirchner”.
El homenaje a los 10 años del «No al ALCA»
¿Estuviste presente en Mar del Plata en esa ocasión? ¿Cómo fue esa experiencia?
— Sí, al vivir en Mar del Plata tuve la posibilidad de estar presente, fue un acontecimiento muy importante, que desde mi perspectiva marcó un punto de partida para la posterior política de unidad latinoamericana. También en lo personal significó para mí una experiencia muy profunda, fue realmente muy fuerte estar presenciando el discurso de Chávez en el estadio horas antes del cierre de la IV Cumbre de las Américas, donde ya él prácticamente certificaba que Mar del Plata sería ese mismo día la tumba del ALCA. Aquella experiencia fue algo inolvidable para quienes tuvimos la oportunidad de presenciar estos acontecimientos en vivo.
En noviembre pasado, con motivo de cumplirse el 10º aniversario del No al ALCA me puse en la tarea de pintar ese cuadro con tres propósitos concretos: el primero fue el de rememorar ese hito histórico para los pueblos del continente; el segundo propósito era la idea de regalárselo al compañero Axel Kicillof, en reconocimiento a su labor al frente del área económica del gobierno de Cristina, fundamentalmente a su rol desempeñado con inteligencia y coraje en defensa de los intereses de nuestro país frente a los reclamos ilegítimos y absurdos de los fondos buitre; y el tercero de los propósitos tenía que ver con un gesto de desagravio de mi parte, que tenía pendiente con los presidentes Néstor Kirchner y Lula, ya que en aquel entonces, los días en que se desarrollaba la cumbre, tenía yo el convencimiento que el único mandatario que representaba la oposición al nefasto proyecto del ALCA era Chávez, asignándole equivocadamente a Néstor y a Lula el papel de cooperantes de los intereses del imperio yanqui. La historia se encargó de demostrar que los compañeros Néstor, Lula y el Comandante Chávez fueron los artífices junto a sus pueblos de esa memorable derrota del imperialismo, derrota que significó a su vez una victoria contundente de las naciones de Nuestramérica.
¿Cómo llegó el cuadro al ex ministro de Economía Axel Kicillof?
— El cuadro llegó a Axel a través de la colaboración de la diputada nacional del FPV, Fernanda Raverta, que tuvo la gentileza de acercárselo al Congreso. El acto de la entrega fue muy emotivo, era el tres de agosto por la tarde, yo estaba pintando en mi atelier cuando recibí una llamada de la compañera Fernanda Raverta, diciéndome que en ese momento le estaba entregando el cuadro a Axel y que me pasaba con él, que quería saludarme… Tuvo palabras de agradecimiento muy lindas el compañero, me causó una enorme alegría hablar con él, en un momento, con esa modestia que lo caracteriza dijo “qué emoción”. En esos pequeños gestos también se demuestra la dimensión humana de las personas.
Apartándote de la política, ¿qué te gusta pintar?
— Me gusta mucho pintar paisajes, bodegones y realizar caricaturas, me gusta también la ilustración aunque no domino mucho este rubro, de todas maneras vengo participando desde hace algunos años en el Movimiento Cultural Acercándonos, realizando algunas portadas e ilustraciones de libros para la editorial “Acercándonos Ediciones”, que es la editorial que entre otros materiales publica la edición del “Granma Internacional” para la República Argentina.
El panorama político y las perspectivas de lucha
¿Cómo ves la situación de Argentina en la era Macri?
— Veo la situación actual de nuestro país con mucha preocupación. Macri en definitiva no es más que una figurita, digo esto sin menospreciar su capacidad de hacer daño, claro está, pero pudiera ser cualquier otro individuo de su condición el que ocupara su cargo al frente del ejecutivo; quiero decir cualquier sujeto opaco, de escasa inteligencia y pocos escrúpulos al servicio de los intereses de la clase dominante.
Prescindiendo de los nombres, lo más preocupante es que este gobierno es el gobierno de las corporaciones, del poder financiero internacional, de los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad y del imperialismo. En apenas poco más de ocho meses, con su nefasta gestión económica -cuyo objetivo principal es la transferencia de una enorme porción de la renta nacional, de las capas más pobres a los sectores más ricos de la sociedad- han sido capaces de arrojar a la miseria a millones de compatriotas. Esta realidad se traduce en miles y miles de personas que padecen hambre, niños, adultos y ancianos que están sufriendo injustamente este flagelo en un país que produce alimentos para ocho veces su población.
En materia de derechos humanos han producido un notable retroceso, es digno de mencionar que si no ha sido más profunda esta regresión no es porque les falte la intencionalidad de hacerlo, sino porque se han encontrado con la firme resistencia de los organismos e instituciones defensoras de estos derechos y de la comunidad en su conjunto. Así ha sido y es el accionar de este gobierno en todos los aspectos de su gestión: ha conculcado derechos, ha borrado de un plumazo muchas leyes que protegían los intereses de las mayorías, ha irrespetado las instituciones y ha abusado de manera bochornosa de sus atribuciones. Todo esto lo ha realizado impunemente con la protección de un aparato mediático descomunal y la complicidad de una parte muy importante del poder judicial.
Por otro lado ha desatado una feroz campaña de difamación y persecución hacia amplios sectores de la oposición, principalmente centrada en funcionarios del gobierno anterior, llegando a armar causas inverosímiles como la conocida “Causa Dólar Futuro” que tiene como imputada a Cristina Fernández de Kirchner, a Axel Kicillof y al ex presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli. Esta manera de actuar del ejecutivo en connivencia con la corporación judicial es extremadamente peligrosa para el futuro de la República, a mi modo de ver se está aplicando la llamada Doctrina de Seguridad Nacional o algo muy parecido.
¿Cómo ves el retroceso en América Latina de los gobiernos populares o progresistas?
— Con la misma preocupación que veo la situación en Argentina, no tengo la más mínima duda de que detrás de estos retrocesos está la mano “visible” del imperialismo yanqui, que cuenta con la incondicional colaboración de las oligarquías cipayas y vendepatria de nuestros países.
Muchos analistas de izquierda, al determinar las causas que nos han llevado a este retroceso ponen el acento en los errores cometidos por los distintos gobiernos de signo popular. Si bien es verdad que se han cometido errores, entiendo que no es acertado tomarlo como un factor determinante. La autocrítica es absolutamente necesaria, pero desde mi punto de vista lo primero que hay que tener en cuenta para retomar la iniciativa política con éxito, es la magnitud monstruosa del enemigo que estamos enfrentando y cuáles son los instrumentos que utiliza para ejercer su dominio. Noam Chomsky explica con una claridad meridiana en “Las 10 Estrategias Básicas de Manipulación Mediática” la manera en que los factores del poder real ejercen su influencia sobre la voluntad de las masas.
Uno a veces se pregunta ¿cómo es posible que un pueblo pueda elegir a sus propios verdugos…? A mi modo de ver la respuesta está en que esos sectores de la población han sido sometidos a un perverso mecanismo, que ha sido diseñado expresamente para implementar un programa, cuyo fin es provocar un fenómeno que podríamos definir como efecto de pensamiento inducido.
En estos días es muy triste ver cómo se están destruyendo gran parte de los avances sociales, económicos, políticos e institucionales, conseguidos en los últimos años, sobre todo a partir del ascenso al gobierno del Comandante Chávez en Venezuela y el posterior triunfo electoral de proyectos progresistas unos y revolucionarios otros. Cada cual con sus propias limitaciones y particularidades, pero que indudablemente significaron una realidad tangible en el progreso del nivel de vida de nuestros pueblos y en el nacimiento y desarrollo de una nueva conciencia social y política en vastos sectores de la población del continente. Es en esta nueva conciencia en la que deposito mi esperanza, aunque hayamos perdido algunas batallas, estamos en la lucha para recuperar lo perdido y conseguir nuevas conquistas.
¿Qué alternativas de resistencia al neoliberalismo encuentras ahora?
— No es sencillo responder a esta pregunta, pero la respuesta está relacionada con mi respuesta a tu pregunta anterior. Pienso que un factor primordial para generar esas alternativas a esta nueva arremetida del neoliberalismo es la batalla cultural, es ahí donde la derecha ha enfocado su iniciativa y ha ganado campo de influencia. Dice Álvaro García Linera: No hay revolución verdadera, ni hay consolidación de un proceso revolucionario, si no hay una profunda revolución cultural.
Otro factor de fundamental importancia para encontrar alternativas de resistencia es la unidad del campo popular, focalizando el eje de la lucha en el objetivo común de establecer las coincidencias estratégicas necesarias para mantener el gobierno en los procesos que aún lo mantienen y conquistarlo en aquellos que lo han perdido o que nunca han accedido al mismo. Por otro lado entiendo, que si bien la unidad es necesaria, hay que poner sumo cuidado en no caer en la tentación de establecer componendas con sectores que representan los mezquinos intereses de corporaciones y explotadores. El objetivo de las luchas sociales y políticas debe ser a mi modo de ver, el de implementar estrategias que conduzcan a realizar las reformas estructurales necesarias para pasar a concretar una verdadera democracia popular y participativa, una democracia solidaria donde el ser humano sea el centro de la actividad política, económica y cultural.
Aunque a veces, ante tantas injusticias me resulta difícil de sostenerlo, aún sigo depositando mi esperanza en que los cambios deben darse en el marco de procesos democráticos, asumiendo que no es tarea sencilla, ya que contamos sólo con los insuficientes y muchas veces nefastos instrumentos legales y jurídicos de la democracia formal. De todas maneras, opino que las fuerzas de la reacción debieran asumir la cuota de responsabilidad histórica que les cabe, respetando la voluntad soberana de los pueblos de nuestro continente, que no es otra que la de avanzar por el camino de la justicia social, la inclusión de los marginados y el respeto de los derechos humanos. De no ser así, más temprano que tarde esas fuerzas reaccionarias sabrán que hay otras formas de lucha, otras formas de resistencia que inexorablemente conducirán a la liberación definitiva de los pueblos de Nuestramérica.
Muy a pesar del tremendo dolor que producen los retrocesos que se están produciendo en la actualidad, este resurgir del neoliberalismo más recalcitrante, siento que debemos asumir la responsabilidad desde lo individual y lo colectivo para sostener una actitud de lucha permanente, desde la reflexión, el análisis de la coyuntura y el optimismo que nos impregna esa misma lucha: lucha que debemos dar en todos los lugares que desarrollamos nuestra vida cotidiana, en el hogar, en el trabajo, en la escuela, en la universidad, etc., pero fundamentalmente en las calles y las plazas de nuestras ciudades, debemos demostrarle al adversario que el territorio es nuestro, del pueblo. Luchamos para vencer y venceremos.
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