El editorial del Telégrafo tiene razón: “Es evidente que no se trata de una simple coincidencia. Ahora quieren tapar las corruptelas del presente encarcelando a estos líderes”.
(Por Cristina Fernández de Kirchner)
Me impresionó, por su exactitud, el título del editorial de “El Telégrafo” de Ecuador: “El nuevo Plan Cóndor ahora apunta a Lula y a Cristina Fernández”. Me impactó su contenido por lo conciso y preciso: “Si antes fueron los grupos armados dentro de las instituciones militares latinoamericanas, ahora es con los aparatos judiciales y mediáticos”.
El título y el contenido de la nota publicada por Perfil: “Le ofrecieron a Báez un acuerdo para inculpar a Cristina pero lo rechazó”. El fiscal Marijuán intenta que el empresario aporte pruebas de que fue testaferro de los Kirchner. A cambio de su colaboración podría verse beneficiado con la excarcelación”; me confirmó lo que pensaba.
Y lo que es un secreto a voces: que un “juez” y un “fiscal” tienen presa a una persona para obligarla a decir lo que ellos quieren.
Panamá Papers: sociedades y cuentas off shore no declaradas. Dinero ilegal. Todos identificados, muchos funcionarios y nadie preso.
HSBC: cuentas en el exterior no declaradas, denunciadas e identificadas con colaboración del Gobierno francés. 4040 cuentas y 0 presos.
Dos escándalos internacionales de corrupción que no movieron el amperímetro del Poder Judicial argentino, y otra vez el mismo “fiscal”. El del escandaloso audio: “Decíle que lo más importante, además del pedido de indagatoria, es que la dejo al borde de la detención con la prohibición de salida del país…”.
Marijuán, con terminales en ex servicios de inteligencia, y en político con ambición presidencial.
El editorial del Telégrafo tiene razón: “Es evidente que no se trata de una simple coincidencia. Ahora quieren tapar las corruptelas del presente encarcelando a estos líderes”.
Fuente: Cristina Fernández de Kirchner
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