Intervención del Canciller Jorge Arreaza Montserrat ante la 36º sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
Señor Presidente, altas autoridades:
Me dirijo a este Consejo de Derechos Humanos, en nombre del pueblo de la República Bolivariana de Venezuela y de su Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros. Hoy es 11 de septiembre. Fecha triste en nuestro continente. En el sur, en Chile, en 1973, una acción militar golpista y terrorista fulminó una hermosa experiencia democrática y desató un régimen de terror que gobernó sin clemencia durante 17 años, cometiendo violaciones múltiples a derechos humanos que aún hoy esperan por la justicia. Detrás del golpe y la muerte de Allende, se demostró la participación confesa los Estados Unidos de América.
En 2001 también, los ataques terroristas atroces en Nueva York, no solamente provocaron muerte y dolor para el pueblo estadounidense, sino que se convirtieron en pretexto para generar guerras crueles en Afganistán e Irak, guerras que aún perduran. En Irak, por ejemplo, una guerra desatada sin la aprobación de Naciones Unidas, se tradujo en bombardeos a la población civil, la devastadora destrucción del patrimonio cultural, la infraestructura y los servicios. Un millón de muertos y quien sabe cuántos heridos y lisiados más tarde, el gobierno de Estados Unidos confesó no haber encontrado rastro de las armas de destrucción masiva, argumento que sirvió de justificación de la invasión, mucho menos encontraron vínculos del derrocado gobierno iraquí con los ataques del 11 de septiembre en Nueva York.
Hacemos referencia a estos 11 de septiembre, porque el terrorismo, en cualquiera de sus modalidades, bien sea por parte de Estados que se arrogan el derecho a intervenir en todo el mundo por antojo, como de grupos violentos anárquicos que amenazan hoy la estabilidad mundial, representan una grave amenaza contra la paz y estabilidad mundial. Los despojos coloniales y estas modalidades combinadas y a veces vinculadas de terrorismo, han provocado masivas migraciones y guerras intestinas sangrientas en los países a los cuales el imperialismo moderno pretendió controlar para asegurarse sus recursos naturales. Sociedades hoy sin garantía alguna de sus DDHH, tanto en sus países como en los procesos de migración.
Venimos a este Consejo en defensa de la verdad de Venezuela. Pero también venimos en defensa de los principios de ese esfuerzo colectivo por construir una institucionalidad verdaderamente comprometida con los pueblos y no al servicio de las agendas de dominación de los poderosos del mundo.
Señor Presidente;
En 1993 los Estados que integran esta Organización de Naciones Unidas aprobaron la «Declaración y el Programa de Acción de Viena», expresando allí el consenso sobre cuestiones fundamentales en materia de derechos humanos entre las naciones con diferentes riquezas culturales y en diferentes niveles de desarrollo. La Declaración de Viena estableció con absoluta claridad los grandes principios que deben regir el examen de los asuntos de derechos humanos:
La creación de este Consejo de Derechos Humanos en el año 2005 fue la oportunidad para ratificar y profundizar los principios surgidos de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos. Según su carta fundacional, este importante órgano del sistema de Naciones Unidas surgió reconociendo la importancia de: “garantizar la universalidad, objetividad y no selectividad en el examen de las cuestiones de derechos humanos y de eliminar la aplicación de un doble rasero y la politización” en ese examen.
Lamentablemente, señor presidente y distinguidos representantes permanentes, la historia reciente está plagada de casos donde el uso político, selectivo y parcializado del tema de los derechos humanos es la estrategia empleada por parte de aquéllos que buscan imponer una sola visión del mundo, en clara violación de las normas y principios universalmente aceptados en esta materia.
La estrategia que han aplicado contra mi país desde algunos centros de poder, es claro ejemplo del uso de los derechos humanos como arma política con fines de dominación. Día tras día se vierten acusaciones sin fundamento sobre la situación de derechos humanos en Venezuela.
En noviembre de 2015, el Presidente Nicolás Maduro, en esta misma sala, alertó sobre la imperiosa necesidad de perfeccionar el sistema de Naciones Unidas, sobre todo este Consejo de Derechos Humanos, a los fines de evitar que los organismos sean convertidos en arma política contra gobiernos y procesos independentistas y soberanos. Esa alerta conserva hoy plena vigencia. Es necesario proteger este importante órgano de las amenazantes pretensiones de una burocracia que intenta desesperadamente desconocer y suplantar la voluntad soberana de los Estados aquí representados.
Venezuela está profundamente comprometida en cooperar con el Consejo de Derechos Humanos y sus mecanismos, a fin de lograr que se consolide como un órgano eficiente, objetivo y fiel a los verdaderos principios que sirven de base a los derechos humanos. Un órgano que contribuya a impulsar la promoción y protección de todos los derechos humanos.
Por ello, nuestro país ha venido permanentemente informando y denunciando ante este Consejo y otras instancias del Sistema de Naciones Unidas, el comportamiento selectivo, parcializado y politizado de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en contra de Venezuela. Las más recientes acciones de esa oficina confirman todas nuestras denuncias. La Oficina del Alto Comisionado debe realizar sus actividades en estricto cumplimiento del mandato establecido por la Asamblea General, actuando a solicitud de los Estados Miembros, sin extralimitarse en sus funciones. Su trabajo debe ser objetivo e imparcial. Los recientes intentos de informes contra Venezuela, carecen de rigor metodológico, son infundados, inducidos y direccionados para perturbar la soberanía, la paz y la estabilidad de nuestro Pueblo.
Hoy mismo en la mañana el Alto Comisionado para los Derechos Humanos hizo referencia a supuestos informes contra Venezuela.
Con todo respeto, pero con la firmeza y la moral que nos otorga nuestro pueblo valeroso, su historia y luchas por la libertad, le exigimos al señor Alto Comisionado para los Derechos Humanos que cese la agresión contra Venezuela a través de informes que no cuentan con el mandato de los estados miembros, pero que además están plagados de mentiras, datos incomprobables, argumentos tergiversados y ofensa a nuestro país. Nos preguntamos a veces si la Oficina del Alto Comisionado actúa bajo las normas de este Consejo y la Asamblea General. En ocasiones parece responder a a intereses inconfesables.
Si algún país puede ser cuestionado por violación de derechos humanos y debe evaluado objetivamente por este cuerpo, es precisamente Estados Unidos; violaciones a derechos humanos tales como: guerras ilegales, bloqueos económicos, medidas coercitivas, muros indignos para separar a los pueblos, cárceles ilegales como Guantánamo, cárceles secretas de la CIA donde secuestran y torturan a ciudadanos del mundo, entre otras muchas,
Señor Presidente,
Entre los meses de abril y julio de 2017 Venezuela fue el escenario de una nueva escalada de violencia política promovida por sectores de la oposición al Gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Durante estos cuatro meses los venezolanos estuvimos sometidos a diversas expresiones de violencia, como parte de una estrategia recurrente utilizada para intentar dirimir las diferencias políticas que existen en nuestro sistema democrático, por vías inconstitucionales.
Durante estas acciones, los grupos antigubernamentales recurrieron de manera sistemática al uso de armas de fuego; colocación de barricadas y trampas mortales; uso de armas de fabricación casera y explosivos, configurando un patrón de daño a civiles y a efectivos de los cuerpos de seguridad, en violación de los principios de la manifestación pacífica consagrados en nuestra Constitución y en los tratados internacionales.
El resultado de estas acciones fue la lamentable pérdida de 121 vidas humanas, cifra que dio el Ministerio Público de Venezuela con la anterior gestión. La mayoría de estas muertes son directamente atribuibles al accionar violento de los grupos antigubernamentales.
Más de 829 funcionarios de los cuerpos de seguridad lesionados, incluidos 73 heridos por arma de fuego y 913 ataques contra hospitales, escuelas, centros de distribución de alimentos y demás organismos encargados de la garantía de los derechos humanos. Incluso una organización no gubernamental con estatus consultivo fue atacada en diversas ocasiones por los grupos violentos. En 16 de los casos se estableció el uso desproporcionado de la fuerza como motivo y todos los funcionarios están puestos a la orden de la justicia venezolana.
En este período los grupos violentos desarrollaron dos prácticas inéditas en la historia reciente de nuestro país: la primera, aunque no lo crean en este Consejo, incendiar vivas a las personas en razón de su opinión política, incluso, de su apariencia.
La segunda de estas prácticas altamente cuestionable fue la utilización de niños, niñas y adolescentes para preparar bombas incendiarias, custodiar barricadas y agredir a los funcionarios de los cuerpos de seguridad. Esta práctica dio lugar a diversos pronunciamientos de UNICEF en Venezuela, los cuales aprovechamos la ocasión para agradecer. Es la verdad de Venezuela que ha sido deliberadamente omitida por los medios de comunicación, por algunos Estados y por la oficina del Alto Comisionado de derechos humanos.
Señor Presidente;
En los últimos años la República Bolivariana de Venezuela ha sido sometida a una agresión multiforme contra su economía, que incluye el contrabando de extracción, la manipulación del precio internacional del petróleo, el férreo ataque a su moneda, la perforación del sistema de precios y el bloqueo económico y financiero, entre otras medidas destinadas a detener el proceso de desarrollo económico en nuestro país, esas han sido parte de la receta. Detrás de todas esas acciones se encuentra el desespero imperial por destruir la paz, la estabilidad, la democracia y las instituciones de la Venezuela y con ello controlar las mayores reservas de petróleo del planeta, el gas, el oro, el diamante, el coltán, el torio, y las reservas acuíferas y diversidades biológicas más importantes.
En este marco, el 11 de agosto de este año, el propio Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con usar la fuerza militar para intervenir en Venezuela. No conforme con ello, el 25 de agosto, el Gobierno imperial impuso medidas coercitivas unilaterales contra la República Bolivariana de Venezuela, formalizando groseramente los mecanismos de agresión económica que se han venido desarrollando contra Venezuela a partir del año 2013.
Estas medidas dañinas contra nuestros instrumentos financieros e industria petrolera, vulneran los derechos humanos de nuestro pueblo, así como el bloqueo ilegal contra la hermana república de Cuba, extendido por un año más el pasado viernes, ha violado los derechos humanos del pueblo de Martí durante más de 55 años.
Este Consejo ha reconocido que las medidas coercitivas unilaterales son contrarias al derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y las normas y principios que regulan las relaciones pacíficas entre los Estados.
Por ello hoy, en esta sala, denunciamos ante el Consejo las ilegítimas e ilegales sanciones ilegales impuestas unilateralmente contra Venezuela para atacar el modelo de derechos humanos de la Revolución Bolivariana y provocar dificultades y sufrimientos al Pueblo venezolano.
Señor Presidente;
A pesar de las agresiones imperiales, Venezuela no ha dejado de desarrollar su modelo de protección de DDHH. El nuestro, sigue siendo uno de los países menos desiguales del continente americano. El 73% de nuestro presupuesto está destinado a la inversión social. El Índice de Desarrollo Humano pasó en Venezuela en menos de 15 años de Medio a Alto ubicándose actualmente en 0,76. En Venezuela para este año 2017, nueve de cada diez personas con derecho a pensión de seguridad social disfrutan de este derecho, acercándonos.
En los últimos 5 años se han construido y entregado más de 1.737.166 viviendas. Desde el año pasado el 100% de nuestros compatriotas cuentan con cobertura gratuita y de calidad en atención primaria de salud. Nada ni nadie podrá detenernos.
El Plan Nacional de Derechos Humanos, anunciado por el Presidente Nicolás Maduro ante este Consejo en noviembre de 2015 y aprobado en febrero de 2016 continúa en plena implementación. Aquí lo tenemos, fue presentado ante este Consejo. Este Plan fue el resultado de un amplio e inclusivo proceso de consulta pública. Se trata de una medida histórica, pues en Venezuela nunca había elaborado un Plan de esta naturaleza.
Señor Presidente;
Venezuela tiene hoy un sólido modelo de democracia participativa y protagónica, donde es el pueblo quien define y rige los destinos de nuestra nación. En los últimos 18 años en Venezuela se han realizado 22 procesos electorales, convirtiendo el ejercicio del derecho al sufragio en una práctica cotidiana para nuestro pueblo.
La más reciente elección se realizó el 30 de julio para escoger los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente. En octubre de este año el pueblo venezolano volverá a ejercer su derecho al voto para escoger gobernadores de Estado. Ayer, Sr. Presidente, la oposición venezolana desarrolló en paz sus elecciones primarias para definir sus candidatos a las gobernaciones; apenas hubo una trifulca entre partidos de la oposición venezolana en el Estado Zulia.
Gracias al Diálogo y a la Asamblea Nacional Constituyente, la oposición en Venezuela, parece retornar al camino de la legalidad y la democracia, muy pronto, seremos testigos también de señales del proceso de diálogo, gracias a la mediación de amigos y a la voluntad del Presidente Nicolás Maduro.
La elección de la Asamblea Nacional Constituyente ha devuelto la paz al país, luego de más de cuatro meses de acciones violentas protagonizadas por sectores extremos de la oposición. Esta Asamblea Constituyente, de conformidad con la Constitución y la doctrina jurídica nacional e internacional, es la máxima expresión del poder soberano del pueblo y se encuentra facultada para transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución.
Es importante señalar que en Venezuela, la última muerte y la última protesta se registró el 30 de julio, día de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente. Desde entonces, aunque los medios de comunicación así no lo señalen, ni lo reporte la Oficina del Alto Comisionado, nuestro país está en la más absoluta paz.
En cumplimiento de su labor, la Asamblea Nacional Constituyente creó la Comisión para la Verdad, la Justicia, la Paz y la Tranquilidad Pública. Esta Comisión será la encargada de investigar los hechos de violencia por motivos políticos ocurridos en Venezuela desde 1999 hasta julio de 2017.
Señor Presidente;
Venezuela, al frente de la Presidencia del Movimiento de de Países No Alineados, procurará seguir avanzando en la protección y promoción de los derechos humanos en el mundo, incluyendo el derecho al desarrollo. Saludamos la creación por parte de este Consejo, del Relator Especial sobre el derecho al desarrollo y reiteramos todo el apoyo de los 120 estados del MNOAL a su mandato. También desde el MNOAL continuaremos rechazando las medidas coercitivas unilaterales la promulgación de leyes extraterritoriales, que obstaculizan el disfrute de los derechos humanos y vulneran la soberanía de los estados.
Venezuela y el MNOAL reiteran su apoyo a la causa Palestina, al derecho inalienable de ese histórico pueblo en resistencia a la autodeterminación, a ser un Estado Libre e Independiente, sobre la base de las fronteras establecidas por la ONU en 1967. Basta de aceptar impunemente la violación permanente a los derechos humanos del Pueblo Palestino.
Presidente,
Venezuela ratifica su plena disposición de cooperar con el sistema de Naciones Unidas y este Consejo de Derechos Humanos. Como parte de esta voluntad, me permito anunciarle que nuestro país ha decidido formular la invitación a tres procedimientos especiales de este Consejo para visitar Venezuela en los próximos meses.
De igual forma, hay que decir lo bueno y lo malo, Venezuela está solicitando cooperación técnica a la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos para la implementación de las 193 recomendaciones aceptadas en el marco del Examen Periódico Universal, reconociendo la importancia de ese mecanismo de diálogo constructivo e intercambio de buenas prácticas entre los Estados.
Como dijo nuestro Presidente Nicolás Maduro en esta misma Sala: “No será la primera vez que derrumbemos las mentiras con la poderosa fuerza de la verdad que tiene nuestra Patria”.
El Comandante Hugo Chávez, siempre nos recordaba al Libertador Simón Bolívar cuando nos anunciaba en 1819 lo siguiente: “el sistema de gobierno más perfecto es aquel que le brinda a su pueblo la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política”.
Para la Venezuela Bolivariana, para la diplomacia Bolivariana de Paz, parafraseando a Bolívar, el objetivo fundamental es construir un sistema internacional donde se procure a los pueblos del mundo la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de independencia y estabilidad política y económica, es decir, un mundo donde se respeten y se garantice el pleno disfrute de los derechos humanos, respetando los valores y principios del Derecho Internacional.
En nombre del Presidente Nicolás Maduro y del Pueblo Bolivariano de Venezuela, le agradecemos Sr. Presidente esta oportunidad.
Fuente texto: MPPRE / Video: Luigino Bracci Roa / Foto: Miriam Trifoglio
Comentarios